Pese a que el termómetro teórico que rige los mercados no apunta una tendencia clara a día de hoy, este martes 16 de diciembre de 2025 el miedo impera en torno a las criptomonedas. Hace frío en los mercados y los inversores deberían protegerse con manta de Bocairent a la hora de tomar decisiones de compra o venta. Habitualmente, los operadores de bolsa miran de reojo ese indicador que en términos anglosajones se bautizó como el indice Fear & Greed, algo así como el índice del miedo y la codicia. Mide el sentimiento predominante entre los inversores en mercados financieros de todo tipo. La idea es que cuando llega a un nivel elevado de codicia extrema es buen momento para vender. La cuestión es que en estos momentos se encuentra en posición neutral, el punto de separación entre codiciosos y miedicas está exactamente en meridiano. Quizá no se tiene ni puñetera idea de adonde vamos o que la parroquia inversora está equidistantemente dividida.
Correlación histórica
Y en esa coyuntura que deja huérfanas de asesoramiento las decisiones de inversión aparece una previsión que en el caso del bitcóin abre justificadas incertidumbres y ánimo de venta. El caso es que el consenso de los analistas prevé que el Banco de Japón suba los tipos de interés esta semana. Y ojo. Hasta ahora ha existido una correlación histórica notablemente negativa entre las subidas de tipos de interés en Japón y la cotización del bitcóin. Cada vez que el Banco de Japón ha subido sus tipos de interés desde 2024 (el pasado importa menos), el precio de bitcóin ha experimentado caídas significativas, generalmente superiores al 20%.
El ‘carry yen’
La razón es el denominado ‘carry yen’, lógica por la que los bajos tipos de interés predominantes en Japón han animado a buscar activos en el extranjero más atractivos o con rentabilidad superior. Así, el dinero salía de Japón en dirección de acciones, bonos extranjeros y criptomonedas. La previsión de una subida de tipos de interés en Japón conlleva un alza de los costes de endeudamiento para comprar bitcóins, el yen se fortalece y los inversores deshacen posiciones, especialmente en momentos en los que las posibilidades de recorte de precios del bitcóin son convincentes. Nadie puede estar seguro de las futuras tendencias, el bitcóin es un activo que ha llegado para quedarse y las incertidumbres actuales en torno a la cotización del dólar y el peso de las operaciones con esta criptomoneda no ponen en duda su papel. Pero otra cosa es la cotización actual, a la que es posible le vaya bien un periodo de toma de oxígeno para futuros récords.
Subida de tipos en Japón
La última subida de tipos del Banco de Japón, la aprobada en enero de este año y que elevó las tasas hasta el 0,50%, coincidió con un desplome del 31% en el bitcoin. Ahora, el consenso de los analistas apunta a una subida de tipos hasta el 0,75%. Japón alcanzaría los tipos de interés más altos en tres décadas, desde el año 1995. Entra dentro de la lógica inversora que el dinero vuelva a la deuda pública de Japón, con tipos de interés algo más altos.
El indudable papel del bitcóin
Pero aunque los sustos seguirán en torno a bitcóin, nadie duda ya de su papel en el futuro. Varios bancos españoles, aunque de manera tímida, ya ofrecen la opción de inversión en criptomonedas. Y en el extranjero, las firmas tenedoras de bitcóin empiezan a ocupar su lugar como entidades financieras capaces de ofrecer servicios financieros bancarios.
Binance
Binance, el mayor ‘exchange’ de criptomonedas del mundo por volumen de operaciones y número de usuarios, anunció este mes que la Autoridad Reguladora de Servicios Financieros (FSRA) de ADGM, el centro financiero internacional de Abu Dabi, capital de los Emiratos Árabes Unidos, ha aprobado formalmente la autorización de la plataforma global de Binance, Binance.com, en virtud de un marco regulatorio integral.
Exposición en aumento
Ya en julio, Jefferies Financial Group Inc. emitió el primer pagaré estructurado estadounidense vinculado al fondo cotizado en bolsa (ETF) de Bitcoin de BlackRock Inc. Desde entonces, al menos otros tres bancos estadounidenses, entre ellos Goldman Sachs Group Inc., Morgan Stanley y JPMorgan Chase & Co., han seguido el ejemplo. Los bancos están integrando la exposición a las criptomonedas en nuevos productos que ofrecen rentabilidades adaptadas a distintos niveles de riesgo, con cierta protección contra caídas. El contexto financiero cambia y no parece que haya vuelta atrás. Pero el principio de prudencia debe imperar.
