Después de tres bajadas de precios consecutivas por el impacto de la peste porcina africana (PPA), la lonja de Mercolleida, que fija el importa que van a cobrar los ganaderos por la venta de sus cabezas de ganado porcino, ha acordado mantener este jueves las cotizaciones, lo que denota, según algunos observadores, que los efectos de la crisis ganadera se han contenido. De hecho, los casos positivos al virus, aunque se han elevado hasta los 26 jabalís esta semana, siguen concentrados en el radio de seis kilómetros alrededor del foco inicial y los animales que se crían en las 55 granjas de esa zona cero siguen dando negativo a los tests que se les practican periódicamente.
Así, desde la declaración del brote el pasado 28 de noviembre, el kilo de carne de cerdo de engorde cuesta 26 céntimos de euro menos, la de cochinillo o lechón se ha abaratado en dos euros por unidad y las ventas de cerdas reproductoras se pagarán a dos céntimos menos por kilo de animal.
Esto supone que los ganaderos españoles van a seguir perdiendo esta semana, respecto a la última de noviembre, una media de 31,2 millones de euros. «El problema es que, en este momento, la industria cárnica del porcino de España solo puede vender su producto al mercado doméstico o, como mucho, a Europa, y eso implica que para colocar tal cantidad de mercancía, necesita que sus precios sean competitivos, o al menos más bajos que los de Alemania», argumentaba hace unos días Rossend Saltiveri, portavoz del sector porcino en el sindicato Unió de Pagesos.
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