La tensión entre los socios de coalición sigue en máximos a la espera de que este viernes se celebre una reunión de urgencia solicitada por el socio minoritario, Sumar, que insiste en reclamar cambios en el Gobierno para afrontar la crisis por los escándalos de presunta corrupción y acoso sexual en el PSOE. Con el Ejecutivo rechazando tanto sus exigencias para una remodelación profunda del Consejo de Ministros como su análisis de la situación, Pedro Sánchez replicaba este jueves desde Bruselas a Sumar que mire más a “las muchas cosas que nos unen”.
Pese a las “discrepancias”, reconocía en una atención a los medios antes de participar en el Consejo Europeo, propias de dos organizaciones políticas “con culturas diferentes”, ponía en valor la “hoja de ruta de avances que estamos implementando”. Lo hacía repitiendo el mensaje de estos últimos días sobre su intención de seguir adelante hasta acabar la legislatura en 2027. “Ahora mismo, por ejemplo, estamos en plena negociación con los agentes sociales para un nuevo incremento del salario mínimo interprofesional”, apuntaba.
El jefe del Ejecutivo también se ha sacudido la responsabilidad del auge demoscópico de Vox, después de desde el socio minoritario se le acusase de dar alas a la ultraderecha por limitarse a “resistir” y pecar de inacción ante la situación actual. Su crecimiento en las encuestas, ha argumentado, tendría que ver con el “blanqueamiento que está haciendo la derecha desde hace siete años a la ultraderecha”.
No solamente la derecha política, precisó, sino “también a la derecha mediática, la opinadora”. “Creo que la reflexión de fondo que hay que hacer es que ese crecimiento de la ultraderecha en nuestro país demoscópico nada tiene que ver con la acción del Gobierno de España”, concluyó, para insistir en “el blanqueamiento que la derecha política y mediática está haciendo de Vox”.
De forma un tanto críptica, Sánchez apeló asimismo a que Sumar se mire en el espejo de la responsabilidad histórica del PCE. “En términos históricos, el Partido Comunista ha sido un partido en España, que contribuyó a la lucha contra la dictadura y también, lógicamente, a ese proceso de democratización”, señaló. Todo ello en un momento en el que se agita el comodín del freno a la ultraderecha para intentar recomponer el apoyo de los socios parlamentarios.
En Moncloa reclaman tiempo y serenidad a sus socios, invitando también a mirar a atrás para no perder la perspectiva: “Llevamos ocho años, hemos atravesado de todo y la gran paradoja es que en las políticas el Gobierno está en forma. Somos un Gobierno contrastado en múltiples crisis”. La máxima del Gobierno pasa así por alejar cualquier sensación de fin de ciclo. Para ello son conscientes de que deben neutralizar los avisos de sus socios y de ahí que les pidan tiempo. “Tengo responsabilidades, no las eludo y entiendo el momento”, les ha contestado Sánchez.
Sin cambios, «no aguanta la legislatura»
Las críticas hacia el PSOE arrecian en las últimas horas, y en Sumar ponen en cuestión la estrategia del PSOE de «resistir». «Gobernar resistiendo es engordar a Vox; es morir de muy mala manera, se puede morir con dignidad», aprecian desde el espacio de Yolanda Díaz, donde creen que si Pedro Sánchez no quiere convocar elecciones, «entonces tiene que gobernar». En este punto, señalan que es necesario «un nuevo impulso con una agenda fuerte» y con «un cambio político, programático y formal».
El socio minoritario de Gobierno sigue pensando que Sánchez terminará accediendo a sus propuestas, porque son «gasolina para la legislatura» y lo único, creen, que permitiría llegar a 2027. «Si no se pone las pilas, no aguanta la legislatura», apuntan fuentes destacadas. Sin embargo, rechazan la posibilidad de pedir elecciones o salirse del Gobierno, advirtiendo de que nunca lo plantearon al ala socialista porque no está en su estrategia.
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