El volanteiro Fastnet cumplirá mañana dos semanas en Irlanda. Pero no amarrado, sino encajado contra la costa cerca del puerto de Dingle, al suroeste del país. El barco, de pabellón francés pero capital gallego, se había quedado sin motor y, ante las difíciles condiciones del mar, acabó varando y solicitando la evacuación de sus 14 tripulantes. Por el momento, ha sido imposible su rescate.
Las malas condiciones de viento y mar impidieron a las autoridades el rescate de la embarcación, que sigue batiendo contras las rocas y descargando parte del combustible que contiene al mar. Aunque una leve mejoría permitió el acceso a la embarcación, la situación en la que se encuentra imposibilita, al menos de momento, su retirada.
Michael McEvoy, un aficionado a la fotografía irlandés, acudió en las últimas horas a la zona para ver de cerca la escena. «Está encajado entre las rocas», explica para FARO, tal y como se aprecia en las fotos que tomó. «El barco quedó atrapado, dañado y con una fuga de combustible», añade.
En las fotos se ve cómo el buque de 33 metros de eslora, que fue construido en el 2000 por Armón en las instalaciones de Navia y que más tarde fue reconvertido, no se puede mover con el agua en calma. La proa esta incrustada contra el acantilado del a costa del condado de Kerry y su costado de estribor está sobre otras piedras.
El día del siniestro fue el subcentro de rescate marítimo de Valentia el que coordinó la operación de rescate. Las unidades que respondieron al accidente fueron los helicópteros de la Guardia Costera Rescue 115 y Rescue 120F, el bote salvavidas RNLI de la isla de Valentia y la unidad de la Guardia Costera de Dingle, como informó en su momento la Irish Coast Guard.
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