En la financiación para el sector agropecuario se avizoran dos etapas: a) de ahora hasta junio-julio, período en el que se podrían aprovechar créditos en pesos con tasas negativas con relación a la inflación y, b) desde mediados de año en adelante puede sobrevenir una perspectiva inversa, en la que la tasa de interés en pesos puede superar al ritmo inflacionario y ritmo devaluatorio del Rofex. El tema es tratado por Martín Nava, analista financiero de AZ- Group.
Respecto de la primera etapa, el consultor dijo: “En estos momentos, el productor puede tomar créditos a tasas negativas en pesos respecto de la inflación y de la evolución del Rofex, al aprovechar las promociones que se lanzaron en Expoagro, que siguen vigentes, generadas, a su vez, por la baja de tasas pasivas dispuesta por el Banco Central”. No obstante, estas oportunidades tienen fecha de vencimiento, porque los créditos con tasas convenientes solo estarán disponibles hasta fines de marzo para los que necesiten adquirir insumos o maquinaria.
En el Banco de la Provincia de Buenos Aires, por ejemplo, se pueden financiar insumos de la campaña 2024/25 a tasas del 49,50% y 51,50% anual en pesos, con Procampo, y plazos de 180 a 270 días. El plazo más largo permite “calzar” con la cosecha de granos finos 2024/25.
Por su parte, el Banco Nación, con su tarjeta Agronación, otorga créditos de hasta 360 días con una tasa en pesos del 55% nominal anual, que permitiría llegar a la cosecha de girasol de la próxima campaña.
Estos créditos “generan un clima de oportunidad porque la contracara de esa financiación -el Rofex, un mercado que muestra la cotización del tipo de cambio oficial presente y futura- tiene una tasa oculta de rendimiento del 80% anual en promedio”, comparó Nava.
Entonces, si se toma la financiación de Procampo al 51,50% anual y se la confronta con la tasa del Rofex, surgen más de 25 puntos de licuación de pasivos. En cambio, si se tomara un crédito con tasa nominal en dólares, por más baja que fuera, no ocurriría ninguna licuación. El productor se desentendería de ese beneficio.
Al considerar la segunda etapa, Nava combinó las cuestiones financieras con la marcha de la economía. De acuerdo a lo que van anunciando las actuales autoridades, en algún día de junio o julio podría eliminarse el cepo cambiario, para confluir en una cotización unificada del dólar.
A partir de ese momento, tendría lugar la finalización de las tasas negativas en pesos y se instalaría un nuevo marco económico muy parecido al de la Convertibilidad, donde las condiciones de financiamiento predominantes eran las dolarizadas.
En ese escenario de mediano plazo “las tasas en pesos pasarían a ser positivas con relación a la inflación y a la tasa del Rofex, que se proyectan declinantes, por lo que podría convenir más endeudarse con tasas en dólares”, visualizó el consultor.
También es importante conjugar las alternativas financieras con el valor aún alto de los insumos y con el precio bajo de los granos. En este escenario “sería conveniente aprovechar las condiciones de financiamiento citadas al principio del texto para avanzar con una compra parcial del paquete tecnológico -por ejemplo, 30-35%, sobre todo combustibles que van a seguir subiendo- y dejar el resto para capitalizar eventuales bajas del valor de los insumos”, distinguió Nava. Y agregó: “Es importante destacar que los dos bancos oficiales citados tienen convenios con YPF Agro, lo que mejora entre 5 y 7 puntos las tasas nominales”.
De cara hacia los próximos meses, Nava dijo que “en el sistema financiero bancario se nota buena predisposición para acompañar los impulsos de negocios de los productores, con posibilidad de aumento de márgenes de endeudamiento de los clientes, en créditos para insumos o para capital de trabajo”.
En cambio, Nava fue menos optimista con las inversiones para adquisición de bienes de uso, como tractores o maquinaria agrícola, que se financian con créditos en pesos y tasas más altas, con plazos de hasta 48 meses. “En el mejor de los casos, se pueden licuar pasivos el primer año, pero luego la tasa resultará cara respecto de la inflación/Rofex, si el programa económico del Gobierno arriba a buen puerto. Por esa razón, podrían ser más convenientes las tasas en dólares, siempre y cuando los precios que los implementos y tractores corrijan a la baja”, concluyó.