Alineado al discurso libertario del Gobierno de Javier Milei, el ministro de Salud de la Nación, Mario Russo, justificó la política que lleva adelante el Estado sobre la enfermedad del dengue y apuntó a un trama de intereses existentes detrás de la vacuna, con presiones de los laboratorios para arrancar con una inoculación masiva..
«Se me criticó mucho, pero la salud no escapa a la realidad nacional. En la salud también hay intereses. Hay presiones de los laboratorios, de los medios y de la casta. Podría decir que es un abanico amplio los que presionan», lanzó el funcionario por TN, con conceptos de la política actual.
Russo aseguró que deben ser los intendentes y gobernadores de las provincias los que decidan el método de acción en cada jurisdicción, en otro alineamiento a las posturas del Gobierno: la desregulación del Estado.
«Al presidente Milei la gente lo votó para terminar con esta casta y para redefinir los roles del Estado. El Estado se tiene que encargar de lo que está escrito en la Constitución. Nosotros podemos ejercer la rectoría y planificación estratégica de salud pública como el tratamiento del dengue, y las provincias y los gobernadores deben entender que es su responsabilidad llevar adelante las políticas públicas», argumentó el ministro.
Y agregó: «Tuvimos una reunión con los 24 ministros de Salud de las provincias, intercambiamos opiniones y les dijimos que eran ellos los protagonistas. Les dije que me ayuden a que la salud mejore, porque es más fácil para un ministro de Salud darse vuelta y pedirle todo al ministro de la Nación».
Russo remarcó la coincidencia de criterios de su cartera con la Organización Panamericana de la Salud (OPS) y, en ese sentido, remarcó que «la decisión hasta el momento es no incluir la vacuna en el programa nacional de inmunización».
«El Presidente nos dio la responsabilidad para que se vacune con evidencia científica, el resto no nos interesa. Tenemos que entender que esto tiene que ver con el riesgo y beneficio de la gente», insistió el ministro.
Cuando le insistieron por nombres detrás de la trama de intereses, Russo puso de ejemplo al gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof. «Es la representación de la casta», le endilgó, por la metodología que tiene para llevar adelante la política de salud pública bonaerense, con dependencia de los envíos del Ministerio de Nación.
«Podemos hablar de la vacuna. Es segura y eficaz, pero ahora bien, yo soy el ministro y tengo la responsabilidad sobre el calendario de inmunización en Argentina. Para mitigar el brote, la vacuna no es una herramienta validada», señaló.
«La casta tiene unos tiempos, la industria, otros tiempos y la política, otros» aseguró Russo, quien respaldó «con los datos que se encuentran» su postura ante el brote del dengue.
Luego, el ministro dejó abierta la posibilidad para que cada persona pueda consultar con su médico y en caso de estar de acuerdo aplicarse la vacuna contra el dengue de forma particular.
También fue consultado sobre el faltante de repelentes para la población y dijo que está «en comunicación con los fabricantes» y recordó que, a partir de este jueves, se habilita la compra con la modalidad puerta a puerta.
Además, el Gobierno, para agilizar el mecanismo de importación, le quitó trámites a la ANMAT por treinta días para afrontar la epidemia y acceder más rápido al producto.
DS