Ignacio Torres, gobernador de Chubut y dirigente de Pro, afirmó que si su partido “se fusiona con La Libertad Avanza”, él se irá del espacio. “Necesitamos llamar a la unidad nacional, pero desde una Argentina que mire al futuro”, propuso en una entrevista en LN+ y dijo que le pediría al presidente Javier Milei que “pare la pelota, levante la cabeza y entienda que es momento de buscar aliados y no sistemáticamente buscar enemigos”.
“Creo que hay que tener la humildad suficiente para mirar a esa Argentina productiva y no perder la oportunidad de entender que incluso quienes no pensamos igual en un montón de cosas podemos ser aliados”, subrayó y agregó: “Creo poder ser un buen aliado porque quiero que a mi país le vaya bien, más allá de que tenga posiciones muy distintas, hasta antagónicas en un montón de cuestiones”.
“No hay nada menos liberal que querer condicionar a la gente que haga lo que quiera, que se case con quien quiera, que se case con quien quiera, que se enamore con quien quiera. Estamos discutiendo cuestiones arcaicas, viejísimas, que atrasan”, afirmó en relación a los dichos del secretario de Culto, Francisco Sánchez, quien cuestionó el divorcio, el matrimonio entre personas del mismo género y el aborto en el acto del partido político español Vox en el que también participó Milei.
Torres sostuvo que “hay que se pragmáticos, ir para adelante y darle herramientas a las nuevas generaciones para que se capaciten en un mundo cada vez más competitivo”. El político chubutense dijo que “está muy bien la obsesión de arreglar la macroeconomía, pero también tenemos que ver de qué manera generamos una agenda de crecimiento”. Y remarcó: “Gobernar también es generar trabajo. No es que el resto se arregla solo por ósmosis. Tiene que haber alguien conduciendo esa agenda de desarrollo”.
“Yo me considero desarrollista”, aseguró el dirigente político, pero aclaró: “Ahora, soy del Pro y el Pro es muy heterogéneo también. Nosotros temeos dirigentes que son peronistas, como Cristian Ritondo, que es un gran dirigente. Tenemos dirigentes que tienen un perfil mucho más liberal también”.
Luego recordó: “Hace poco escuché un discurso de [Arturo] Frondizi y si lo trasladamos hoy en día tiene una vigencia abismal”. Frondizi, presidente entre 1958 y 1962 por la Unión Cívica Radical Intransigente, fue el fundador del desarrollismo, que postuló un fuerte desarrollo del sector privado, pero no sin prescindir de una presencia destacada del Estado.
A raíz de la nueva etapa que se abre en el partido con la presidencia del exmandatario Mauricio Macri, Torres expresó que “lo más sano para Pro es que la identidad no tenga nombre propio, lo más sano para Pro es recuperar la vocación de poder”.
Por eso, rechazó la fusión con el Gobierno, como propone la expresidenta de Pro Patricia Bullrich, de quien se diferenció con claridad: “Yo no sería funcionario de este gobierno”. “Cuando un espacio pierde la capacidad o vocación de poder se desgrana, no tenés más forma de construir. Yo siempre voy a ser consecuente con lo que creo. Eso implica la construcción de un espacio donde Pro tiene un potencial enorme de recuperar esa identidad, mística, pero depurar dos perfiles: el alcahueterismo político y esa carroña que al no poder enamorar al electorado quiere que todo le vaya mal, que explote. Esa carroña es muy dañina para la Argentina”.
“Pro se está reconfigurando hacia un partido mucho más federal de lo que era. La hegemonía de Pro siempre fue dirigentes porteños. Hoy tenemos dirigentes en el interior que son jóvenes, que tienen ganas de liderar este trasvasamiento generacional dentro de Pro y tenemos una persona como Mauricio Macri que lo entiende.
En esa línea, elogió el nuevo rol que afirmó que ya tiene Macri como armador y reconstructor del partido que fundó hace 20 años: “Tenemos a un Mauricio Macri mucho más pendiente de la construcción real de esas bases de Pro que de la coyuntura, incluso hasta dejando pasar algunas chicanas y cosas para no perder el tiempo en pavadas”.
LA NACION