Esta vez, la muestra pone en valor una construcción neurálgica de la ciudad que compone el skyline típico de la Avenida 9 de julio. A pasos del Obelisco, se levantará la nueva sede de la exposición que cumple 40 ediciones.
“Tiene una ubicación única: es estar en el Times Square porteño, para que los visitantes de Casa FOA puedan revivir el regreso al centro”, sostiene Juan Blas Fernández, gerente de Casa FOA. Un flashback con futuro, que recupera una zona y la convierte en promesa, también otorgándole nuevos usos. “Hacía mucho que no veníamos a ver el edificio y eso es lo que queremos resignificar en las personas, que vuelvan a tener en cuenta al microcentro y como referente a esta manzana. Es el epicentro de la ciudad”, expresa Juan.
La muestra de arquitectura y diseño ocupará la planta baja y el primer piso de este edificio racionalista de 13 pisos que fue construido en 1948 y se inauguró en 1961. “Surgió a raíz de un mercado que hubo aquí mismo, que era el Mercado del Plata, del momento en que los comercios estaban más cercanos al puerto. Por cierto, la fisonomía hacía que el subsuelo fuera utilizado para el guardado de los alimentos más frescos. Tardó 13 años en construirse, en una obra de los arquitectos Oscar Crivelli y Jorge Heinzmann. Fue sede de la Municipalidad de la Ciudad que albergó el Banco Municipal que después fue pasó a ser Banco Ciudad”, revive Juan. Hay que aguardar hasta octubre para ver la mutación: la rapidísima transformación de esta caja céntrica que invita a marcar nuevos hitos urbanos, como lo fue una vez este emblema. Casa FOA 2024 convoca a la creatividad, a los profesionales del sector a ser parte activa de esta recuperación, de este replanteo acerca de cómo se va a vivir esta zona céntrica tras la pandemia y de acá a unos años. Con la migración de la población hacia las afueras de la ciudad quedó un espacio céntrico vacante, muy grande, que hay que repensar.
Un punto de inflexión en el Plan de Transformación y Reconversión del Microcentro porteño impulsado por la ciudad de Buenos Aires. “Nos interesamos en hacer la exposición acá porque consideramos que es un desarrollo importante que le devuelve a la ciudad un edificio en forma de viviendas”, explica Juan. Tras la finalización de la muestra, el edificio se refuncionalizará en un complejo de 700 departamentos de diseño moderno, para un usuario joven. Un nómade digital que quiere estar ubicado en la mejor manzana del centro, con un rooftop de espacios comunes que miran, o casi pueden tocar al Obelisco.
Cómo será la edición 2024
En su edición 40, Casa FOA elige al Edificio del Plata para lanzar su clásica muestra anual de interiorismo y arquitectura que se realiza desde 1985. “Lo interesante es la planta libre, que nos dio la flexibilidad de armar los espacios según los requerimientos. Esto es algo propio de los movimientos modernos, que determinan módulos de líneas simples. Vamos a intervenir 5000 m²″, detalla Catalina Ulloa, responsable del área de arquitectura de Casa FOA. Va a haber 40 espacios, de distintas dimensiones, así pueden mostrar distintas temáticas, que cada expositor tiene la libertad de desarrollar. “Por como está planteada la circulación, en planta baja habrá espacios de trabajo, más creativos, inmersivos. Instalaciones artísticas. Y en la primera planta, empezamos por la parte más social de la casa con propuestas de living y estar, para luego avanzar a la parte más privada, con dormitorio, sala de baño, y sí, sumamos un auditorio, una cafetería. Después, con el proyecto inmobiliario futuro, va a ser uno de esos edificios que modifican urbanísticamente la ciudad. Con la sumatoria de los comercios, la nueva plaza que le da un valor al barrio, se agregan otras funciones que van a permitir que la gente empiece a habitar nuevamente la ciudad, se comienza a vivir más la zona”, manifiesta Catalina.
“Lo más importante de este edificio es la ubicación. Urbanamente, cómo está emplazado. Es algo icónico que determina a la ciudad, ese es su gran atractivo. Este edificio es un referente moderno, lo vemos claramente en su fachada, en la horizontalidad. En el hormigón”, expresa Catalina. El Edificio del Plata fue uno de los primeros grandes edificios públicos de arquitectura moderna de Argentina. Su fachada vidriada fue adelantada, pese a que su construcción se demoró más de una década. Se trató de un importante proyecto para la época debido a la complejidad de combinar en un mismo edificio dos sectores con actividades para nada relacionadas. Las oficinas serían distribuidas en un gran bloque de ocho pisos altos recorriendo el frente sobre las calles Pellegrini, Sarmiento y Cangallo, mientras el Mercado del Plata se quedaría con dos subsuelos, pequeños locales en la planta baja también sobre el pasaje Carabelas y el entrepiso.
Más tarde, su fachada fue utilizada para colocar gigantografías desde 2008, entre ellas “Terraza” del fotógrafo Marcos López y “Los mitos de mi infancia” de Antonio Seguí.
Lo que viene
El proyecto inmobiliario se desarrollará por un fideicomiso liderado por IRSA. “Si bien el edificio tiene un valor simbólico, no tiene protección histórica. Vamos a realizar ciertas intervenciones menores pero significativas para renovar la imagen del edificio en el paisaje urbano. Alguna parte vamos a demoler, otra a agregar, para completar la capacidad constructiva que tiene el terreno y que no estaba aprovechando el edificio. También están previstas cocheras en cuatro subsuelos para garantizar un correcto funcionamiento del estacionamiento porque tiene una ubicación crítica respecto al tráfico vehicular”, cuenta el arquitecto Rodrigo Grassi, de Aisenson, el estudio que llevará a cabo la obra.
En la terraza habrá amenities más un wellness club en el primer subsuelo con pileta cubierta y spa. La calle subterránea garantiza un acceso simplificado a la cochera”, enumera Rodrigo. Si bien el edificio va a alojar viviendas, la idea es que no tenga una impronta tan residencial sino más bien rescatar su sistema de fachada para que este enclave de oficinas tenga un espíritu de usos múltiples, propio de los edificios de gran escala. Los balcones cuadrados se van alternando en la fachada geométrica. El hall tiene una dimensión espectacular, se vincula con una plaza sobre Carabelas que va a cambiar el pasaje”, relata Rodrigo.
La organización estructural y la forma del Edificio del Plata permite pensar en otro uso más allá de oficinas. La apuesta es refundar esta área de la ciudad. Refrescando el paisaje metropolitano. Redefiniendo el uso habitual del centro financiero de la city. Una propuesta disruptiva que en Casa FOA 2024 tiene el puntapié para desencadenar esta movida: “Tal vez lo que empiece a pasar es que la gente va a querer volver a vivir al centro, como está sucediendo en todas las ciudades del mundo. Esta locación es un lugar increíble de Buenos Aires, en una zona bancaria donde generalmente no se vivía: este emprendimiento de 700 departamentos chicos de entre 40 a 60 metros cuadrados, es una muy buena apuesta”, anticipa Marcos Malbrán, Director de Casa FOA.
Con diseño y tipologías modernas se celebra un evento tradicional de la agenda cultural, que en su camino pone en valor construcciones míticas de la ciudad, con el consecuente boom del distrito que acarrea. Dar a conocer al público diferentes barrios y construcciones que están en proceso de rehabilitación, con posteriores iniciativas inmobiliarias que traen al mercado propuestas de calidad. En este caso se regenera una manzana que estaba abandonada y entregada al paso del tiempo. “Creo que Casa FOA por donde ha pasado ha dejado una huella. Hemos hecho muchas ediciones con IRSA, los silos de Dorrego, Darwin, Alcorta, Abril. Este edificio estaba cerrado hace varios años, como 15. Hoy no es nada y hay que acordarse de lo que estamos viendo porque cuando abra la muestra el 9 de octubre van a ver que hacemos magia, y en poco tiempo. Las expectativas para esta edición son tan enormes como el Edificio del Plata”.