El Gobierno trabaja contrarreloj para bloquear la sesión pedida en Diputados por bloques de la oposición para rechazar este jueves el controvertido DNU firmado por Javier Milei que le otorga un presupuesto de $ 100.000 millones a la nueva SIDE para gastos reservados. Como parte de la estrategia, el oficialismo también resolvió convocar para la próxima semana a la bicameral de Inteligencia, tras ocho meses de postergación.
El controvertido decreto presidencial quedó habilitado este jueves para ser tratado en el recinto de Diputados o del Senado sin necesidad de contar con el despacho de la bicameral de Trámite Legislativo, que en la última reunión había fijado agenda para tratar los decretos 614 y 656 de Milei sobre la disolución de la AFI, la reestructuración de la SIDE y la ampliación de su presupuesto. Lo haría en audiencias convocadas para el 22 de agosto, 5 y 19 de septiembre.
Sin embargo, la intención del Gobierno es dilatar el debate del DNU que aumenta los gastos reservados de un área que quedó bajo el control del Santiago Caputo, el asesor estrella del Milei. Con la conformación de la bicameral de Inteligencia, el oficialista apunta a derivar el debate a esa comisión.
Fuentes legislativas confirmaron a Clarín que desde el martes a la noche, el Gobierno viene presionando a los gobernadores para que sus diputados no participen en la sesión convocada en Diputados por el bloque de Encuentro Federal con el apoyo de Innovación Federal y la Coalición Cívica para rechazar el DNU que está vigente.
Presiona para hacer caer la sesión para rechazar el DNU
La relación entre el oficialismo y el bloque de Miguel Pichetto se tensó luego de la aprobación de la Ley Bases a raíz del incumplimiento de un acuerdo político que cerró Menem con ese espacio para que Emilio Monzó integre la comisión de Inteligencia.
El cortocircuito quedó más expuesto en la última reunión de la bicameral de Trámite Legislativo cuando Nicolás Massot reclamó el tratamiento del DNU que aumenta el presupuesto para la SIDE, diferenciándose del resto de los dialoguistas y recibiendo el apoyo del kirchnerismo. Sin embargo, el oficialismo con el apoyo del PRO y la UCR bloqueó el debate y postergó el tratamiento del decreto presidencial.
Más allá de ese dato, la bancada de Pichetto tiene sólo 16 diputados y puede haber algunos de sus miembros que no apoye la decisión de voltear el DNU de Milei. Suponiendo que haya acuerdo total y se sumen los 8 de Innovación y los 6 lilitos, este sector de la oposición dialoguista podrían estar en los 30 legisladores para la sesión de este jueves.
La apuesta está en el bloque de Unión por la Patria (UxP), que tiene la primera minoría, pero aportaría 95 diputados porque hay 4 que están ausentes por distintos motivos. Por eso, la mirada quedó centrada en el aporte del radicalismo. Se especula que los diputados que responden a Facundo Manes como a Martín Lousteau terminarían siendo la llave para conseguir el quórum.
La estrategia de Menem
Sin embargo, la estrategia de Martín Menem, presidente de la Cámara, era extender la sesión de este miércoles, convocada para tratar proyectos sobre seguridad enviados por Patricia Bullrich, financiamiento universitario y declarar a la educación servicio esencial.
En la reunión de Labor Parlamentaria hubo acuerdo para reprogramar la sesión de este jueves pedida por el bloque de Pichetto, que pasaría para las 13. Pero, además, Menem trató seducir a los dialoguistas anticipando que estaba avanzada la conformación de la bicameral de Inteligencia, con la intención restarle apoyo a Encuentro Federal.
No obstante, distintas fuentes aseguraron que seguían los tironeos entre la Casa Rosada y Victoria Villarruel por la presidencia de la comisión. Resulta que Karina Milei presiona para que el cargo quede en manos del senador Edgardo Kueider (Unidad Federal/ Entre Ríos), pero la vicepresidenta había acordado con el macrismo que la presidencia iba a ser para el misionero Martín Goerling y desde el PRO avisaron que no resignarán el cargo, por lo que el final es incierto.
Según apuntaron en la oposición el nombre de Kueider no es un capricho. El entrerriano es presidente de Asuntos Constitucionales y por esa comisión debería pasar una posible ampliación de la Corte Suprema de Justicia, la única salida que ven para evitar que se caigan las nominaciones de Ariel Lijo y Manuel García-Mansilla.
Por ahora, lo concreto es que la comisión de Inteligencia la integran 7 senadores y 7 diputados. En el caso de la Cámara baja fueron designados Gabriel Bornoroni y César Treffinger, ambos de La Libertad Avanza; Cristian Ritondo por el PRO; Mariela Coletta por la UCR y por el kirchnerismo están Leopoldo Moreau, Rodolfo Tailhade y Blanca Osuna, que reemplazará a Eduardo Valdés.
En representación del Senado fueron nombrados Martín Goerling (PRO-Misiones), Mariana Juri (UCR-Mendoza), Edgardo Kueider (Unidad Federal – Entre Ríos), Edith Terenzi (Cambio Federal-Chubut). Por el bloque de Unión por la Patria fueron nominados Eduardo «Wado» de Pedro, Oscar Parrilli y la riojana María Florencia López. En un principio se mencionó a Mariano Recalde, pero fue bajado porque ocupa un lugar en el Consejo de la Magistratura.