El arquitecto y el contratista seguirán el proceso en libertad por el derrumbe en Villa Gesell
Ya no quedan personas por encontrar bajo los escombros ni detenidos por la causa caratulada como estrago culposo agravado por muerte y lesiones.
A diez días del derrumbe del apart hotel Dubrovnik de Villa Gesell ya no quedan ni personas por encontrar bajo los escombros ni habrá detenidos por la causa caratulada de momento como estrago culposo agravado por muerte y lesiones: a primera hora de este sábado serán excarcelados el arquitecto Jorge Enrique Bonavita y el contratista Rubén Taquichiri, los últimos que estaban aprehendidos de manera provisional.
El jueves los socorristas habían encontrado el cuerpo sin vida de Dana Desimone, la joven de 28 que aún faltaba hallar. Con esta aparición, el desmoronamiento de la torre de diez pisos y su colapso contra el lindero edificio Alfio I ha dejado un saldo de ocho fallecidos, una herida y tres sobrevivientes, dos de ellos rescatados el primer día entre las ruinas de la construcción vecina al Dubrovnik.
La fiscal geselina Veróniza Zamboni que lleva adelante la instrucción está recabando información para intentar determinar la causal del desmoronamiento fatal que aún tiene en vilo a una ciudad que está a un mes de iniciar su temporada alta de turismo. Más de 500 efectivos de distintas fuerzas estuvieron abocados al operativo de rescate y también al de remoción de escombros, tarea que de todos modos no concluirá hasta que el terreno quede completamente despejado para poder analizar los cimientos en detalle. Se estima que estas pesquisas comenzarían el lunes, momento en el que además las distintas personas afectadas a la causa también podrán ofrecer sus propios peritos de parte.
Las imputaciones
En ese sentido, tanto Bonavita como Taquichiri —liberados horas atrás— habían sido detenidos e imputados a partir de testimonios que los vinculaban a la toma de decisiones y la impartición de órdenes en las obras que podrían haber sido las causantes del derrumbe, especialmente aquellas que no contarían con las autorizaciones municipales correspondientes. El arquitecto residente en la ciudad de General Madariaga y el contratista de la localidad pinamarense de Ostende, sin embargo, no aparecían en ningún plano o proyecto, lo cuál vuelve aún más sospechosas e intrigantes sus participaciones, si es que estas se confirman.
Las imputaciones también se extienden a los cuatro albañiles que lograron salvar su vida tras escapar del colapso, pero que fueron detenidos horas después, y también alcanzan a los miembros del directorio de Parada Liniers S.A., la firma que había comprado el Dubrovnik meses atrás a su histórica dueña Rosa Stefanic (quien se encontraba en el apart cuando se produjo el desmoronamiento y fue la primera víctima encontrada entre los escombros). Todos ellos están sometidos a proceso, no pueden salir del país y deben presentarse en sede judicial los primeros días de cada mes al menos hasta marzo.
El de Dana Desimone significó el último hallazgo de las personas de las que se tenía registro que habían quedado atrapadas entre los escombros cuando la torre de diez pisos del apart hotel se vino abajo en los primeros minutos del martes 29 de octubre y se devoró al edificio de al lado. La joven trabajaba de administrativa en el complejo y fue encontrada en la loza de una terraza, lo que hace presumir que llegó a tomar registro del derrumbe y estaba intentando escapar. Antes habían encontrado a Federico Ciocchini, el único fallecido en el Alfil I, quien había viajado el día anterior para hacerle tareas de mantenimiento a su unidad. Luego encontraron a Rosa Stefanic, más tarde a su sobrino Nahuel y finalmente a Fabián Gutiérrez, Ezequiel Matu, Mariano Troiano y Matías Chaspman, los cuatro obreros que habitaban un departamento del Dubrovnik porque estaban realizando las tareas que ahora se investigan y fueron hallados el martes pasado con pocas horas de diferencia entre sí.