Ecologistas en Acción de Cordoba ha denunciado ante la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG) y la Delegación Territorial de Sostenibilidad y Medio Ambiente de la Junta de Andalucía «la aplicación de herbicida en los bordes del canal del riego del Bembézar en Hornachuelos, así como en la franja de vegetación natural (estrato herbáceo y arbustivo), más próximo al mismo».
En este sentido, la asociación señala que «no es la primera vez que se observa cómo los operarios, por encargo de algunos propietarios lindantes con el citado canal de riego de titularidad pública, rocían de herbicida el camino de servicio, así como los bordes de vegetación natural más próximos al mismo». También critica la «permisividad de los organismos públicos».
«Advertimos que el glifosato es el principio activo que contienen la gran mayoría de los herbicidas químicos usados», continúa en una nota de prensa. «Estos herbicidas se vienen aplicando, con permiso por parte de las administraciones públicas competentes en espacios públicos tales como bordes de carreteras, caminos de servicios, acerado, jardines y parques, taludes de vías de comunicación, etcétera, y también por particulares en fincas, parcelas, linderos, bordes de caminos parcelarios, etcétera».
Sobre el glifosato
Ecologistas en Acción recuerda que en marzo de 2015 la Organización Mundial de la Salud (OMS) clasificó al glifosato como “probablemente carcinógeno” tras la publicación por parte de Agencia de Investigación sobre el Cáncer (IACR) de un amplio estudio que demuestra que esta sustancia favorece la aparición de Linfoma No-Hodgkin en humanos y causa daños en el ADN además de provocar cáncer en animales de laboratorio: (El Glifosato; un incumplimiento sistemático de las normas por parte de las autoridades. Global 2000).
El vigente Real Decreto 1311/2012, de 14 de Septiembre, que establece la Actuación para el Uso Sostenible de los Productos Fitosanitarios en España, señala que “la Administración competente en cada caso pueda aplicar el principio de cautela limitando o prohibiendo el uso de productos fitosanitarios en zonas o circunstancias específicas”.
Por último, el grupo ecologista denuncia que «además del impacto ambiental sobre la vegetación natural y el primer perfil del suelo, habría que destacar sus efectos indirectos sobre la fauna silvestre, así como sobre el caudal acumulado en la actualidad en el citado canal, cuya función principal, no se debería de obviar, es la garantizar dotación de recurso a casi 12.000 hectáreas de zonas dedicadas a cultivos para consumo humano».