“No tiene ningún tipo de sentido”, dijo el influencer Gero Arias al llegar al Obelisco y ver a la multitud que esperaba presenciar cómo este joven de 20 años, con millones de seguidores en las redes sociales, cumplía su reto: hacer 366 dominadas (clásico ejercicio de calistenia) sin bajarse en ningún momento de la barra.
Lo ha venido haciendo desde el primer día de 2024 (la misma cantidad de dominadas por día del año) y este martes el reto llegaba a su desenlace. Justamente por el hecho de ser un 31 de diciembre por la tarde, a horas del 2025 y con casi 30 grados de temperatura, impactaba ver la cantidad de fans que el influencer había logrado reunir.
“La vida es surreal”, insistía incrédulo Arias, pasadas las 17.30, casi cuarenta minutos después de la hora de la convocatoria. El show estaba montado sobre el puesto de la Policía de la Ciudad ubicado en Diagonal Norte y 9 de Julio. La gente seguía vivando y festejando sin parar.
Era el final de una gira que llevó a Gero por el mundo haciendo dominadas, reuniendo multitudes en otros países, y que generó que muchos chicos y jóvenes empezaran a seguir sus pasos realizando este tipo de ejercicio. Tener callos en las palmas, para ellos es un valor.
El año pasado Gero había intentado el mismo reto y llegó hasta el día (y la cantidad de flexiones) 280. No logró superar esa marca porque sus manos estaban destrozadas. Finalmente, en vísperas de 2025, a las 17.49 se sacó la remera y arrancó otra vez.
Hizo las primeras 30 dominadas y descansó, colgado de la barra con un solo brazo. Hizo 20 más. Otras diez. Y así siguió. Cada tanda merecía una ovación del público. Por Internet seguían la transmisión vía streaming más de 370 mil personas. En diez minutos el influencer había logrado hacer 130 dominadas. Las manos ya le empezaban a sangrar por la fuerza y roce incesante con el metal de la barra. En su rostro el sufrimiento era elocuente.
A las 18.09 llevaba hechas 210 dominadas. Le faltaban 156 y la meta parecía lejos. Un día antes, el lunes, había logrado hacer las 365 dominadas correspondientes al día del año. A las 18.18 de este martes pasó entonces su récord anterior de 2023 para contabilizar 290 dominadas, lo que despertó en el público un aplauso de iniciados. Superado ese mojón, el influencer se volvió a colgar de un solo brazo y descansó.
A las 18.20 le faltaban 56 flexiones y la meta ya asomaba posible. Elongó en el aire, mientras la expectativa de los chicos que tenían tomada la 9 de Julio crecía. “¡Sí, se puede!”, gritaba la multitud. En el canal de noticias C5N transmitían el evento en vivo con la música de Rocky de fondo.
A las 18.24 el joven llegó a las 350 dominadas. Y a las 18.25 alcanzó finalmente el objetivo, para sumar 366. Los seguidores gritaron, festejaron como si un equipo hubiera salido campeón. Los familiares lo abrazaron. Gero lloró con las manos destrozadas, que se fotografió para subir a su Instagram.
En los minutos siguientes la gente empezó a desconcentrarse, cuando faltaban poco más de cinco horas para el Año Nuevo. Lo que acababa de suceder era difícil de explicar hasta para el propio protagonista, cuyas palabras improvisadas revelaban el desconcierto y una imposibilidad: encontrarle sentido a determinados hechos cuando salen de la virtualidad de las redes, se corporizan y aterrizan, cual fenómeno extraterrestre, como alimento imprevisible del mundo real.
PS