Dramático relato del guardavidas que encontró el cuerpo de Franco Toro en Punta del Este

Luego de cinco días de búsqueda, la Prefectura Naval de Uruguay confirmó el domingo el hallazgo del cuerpo sin vida de Franco Toro, el argentino que se había tirado al mar en Punta del Este para salvar a dos amigas que se estaban ahogando. El guardavidas Diego González contó cómo fue el proceso de búsqueda hasta el dramático final: «Tenía un presentimiento. Le había dicho a la madre que lo íbamos a encontrar».

González formó parte del operativo de búsqueda del argentino, cuyos restos finalmente fueron encontrados cerca del mediodía en la zona conocida como «La Olla», a unos 700 metros del lugar donde había desaparecido.

«Yo estaba adentro desde las 10, que salí con la moto. Había ido hasta la boca de La Barra, volví, fui hasta la playa El Emir, empecé a dar vueltas. Tenía un presentimiento. Le había dicho a la madre que lo íbamos a encontrar”, contó el guardavidas desde Punta del Este.

«En una de las vueltas me metí bien adentro. Ya había pasado por ahí antes, así que se ve el cuerpo había emergido hacía poco. Primero pensé que era un lobo, porque es muy común ver lobos muertos por acá. Me arrimé y vi que era él», indicó en diálogo con Canal 4 de Uruguay.

González contó que todos los guardavidas de la zona formaron parte de la búsqueda junto al personal de Prefectura Naval uruguaya, realizando un arduo trabajo a diario para encontrar al joven. Sin embargo, el sábado no pudieron ingresar al agua con las motos por las condiciones del mar. “Estaba muy complicado”, indicó.

“El miedo nuestra era que se perdiera, que se fuera muy adentro y no lo viéramos”, se sinceró el guardavidas.

“Apenas tuvimos condiciones decidimos no buscarlo en la zona de las rocas, que era donde ya habíamos buscado. Pero sabíamos que en estos días tenía que aparecer. El miedo nuestra era porque habían cambiado las condiciones del mar”, explicó respecto a las dificultades en el operativo. Incluso la búsqueda se había interrumpido en los últimos días, debido a las ráfagas de viento de más de 50 kilómetros por hora.

Según informó Alejandro Pérez, vocero de la fuerza uruguaya, el cuerpo “apareció flotando en la Parada 3 de La Brava, en un lugar conocido como La Huella. Lo vio un grupo de guardavidas, que lo reconoció a 1.500 metros de la costa”.

Franco Toro tenía 30 años, era oriundo de Bahía Blanca y había viajado a Punta del Este para trabajar en un centro gastronómico como mozo. Era tatuador, amante de las mascotas y artista.

Había llegado a la ciudad balnearia junto a su novia Georgina, también tatuadora, con la idea de ahorrar dinero para sacar pasajes y viajar a Europa al final de la temporada.

En la mañana del 1 de enero, Franco decidió lanzarse al mar para salvar a dos mujeres que habían sido arrastradas por la corriente hacia un sector rocoso de la Playa El Emir. La Prefectura de Punta del Este recibió el aviso de emergencia a las 7:15 y desplegó un operativo con un bote semirrígido y unidades terrestres.

De las personas involucradas, una de las mujeres y otro hombre que intentaba colaborar en el rescate lograron salir por sus propios medios.

En tanto, un segundo hombre también se lanzó al agua para ayudar y la segunda mujer tuvieron que ser rescatados. Sin embargo, Franco Toro no pudo ser localizado hasta cinco días después.