Luis de Guindos, vicepresidente del Banco Central Europeo, ha alertado de que la eurozona se enfrenta a un escenario de bajo crecimiento durante su intervención en el marco de la 15ª edición del Spain Investors Day. Las preocupaciones de la institución se han trasladado de la inflación a la pérdida del impulso de las principales economías europeas. El exministro de Economía ha recalcado los «avances sustanciales» para devolver a la inflación al objetivo del 2%, después de que el BCE recortase los tipos de interés cuatro veces desde el pasado junio.
«La buena noticia es que el proceso de desinflación está bien encaminado», ha resumido Guindos en declaraciones recogidas por la agencia Europa Press, recordando que en 2024 la tasa de inflación promedio fue del 2,4%, mientras que la mayoría de indicadores de inflación subyacente sugieren que una estabilización cerca del objetivo a medio plazo de manera sostenida y, a pesar de que la inflación de servicios sigue siendo alta como consecuencia del impacto de los salarios, el crecimiento de estos también se ha moderado. Sin embargo, el vicepresidente del BCE ha advertido de que las perspectivas para la economía de la zona euro «siguen siendo débiles» y sujetas a una incertidumbre significativa. De hecho, la información más reciente sugiere que la economía «está perdiendo impulso», aunque el mercado laboral sigue siendo resistente.
«El equilibrio de los riesgos macroeconómicos ha pasado de las preocupaciones por una alta inflación a las preocupaciones por un bajo crecimiento», ha explicado Guindos, añadiendo que las perspectivas se ven empañadas por una incertidumbre aún mayor, impulsada por posibles fricciones comerciales globales, fragmentación macroeconómica, tensiones geopolíticas y preocupaciones sobre política fiscal en la eurozona.
De este modo, de cara al futuro, el español considera que se dan las condiciones para que el crecimiento se fortalezca durante el horizonte de proyección, aunque menos de lo previsto en rondas anteriores, y espera que, a medida que continúa la recuperación de los salarios y cae la inflación, el aumento de los salarios reales debería conducir a un mayor gasto de los hogares.
Asimismo, si las tensiones comerciales no se intensifican, las exportaciones también deberían respaldar la recuperación a medida que aumenta la demanda mundial. De tal manera, después del recorte de tipos de 25 puntos básicos acordado en diciembre, el vicepresidente del BCE ha indicado que si los datos que se avecinan confirman la línea de base de la entidad, «la trayectoria de la política monetaria es clara y esperamos seguir reduciendo aún más el carácter restrictivo de la misma». En cualquier caso, Guindos ha reiterado que el alto nivel de incertidumbre exige prudencia, por lo que el BCE no se compromete de antemano con una determinada trayectoria de tipos y continuará aplicando un enfoque basado en datos y reunión por reunión para determinar la postura de política monetaria adecuada.
Consolidación fiscal
Luis de Guindos ha avisado de que las vulnerabilidades soberanas «están aumentando» y ha abogado por el diseño de planes de consolidación fiscal «de una manera favorable al crecimiento», ante los desafíos estructurales que plantea el bajo crecimiento potencial en un entorno económico volátil y elevadas vulnerabilidades en materia de estabilidad financiera. Según Guindos, a pesar de las recientes reducciones de los ratios deuda/PIB en algunos países de la zona euro, persisten problemas fiscales en varios otros y los problemas se ven exacerbados por una mayor incertidumbre política y geopolítica, así como por cuestiones estructurales como el lento crecimiento potencial.
En este sentido, ha subrayado la necesidad de seguir vigilando cuidadosamente los riesgos para la estabilidad financiera, incluidos aquellos derivados de los recientes aumentos en los rendimientos soberanos en Estados Unidos, el Reino Unido y, aunque más moderados, en la zona del euro. Asimismo, dados los retos estructurales relacionados con el bajo crecimiento potencial, Guindos ha defendido que «la consolidación de las finanzas públicas deberá diseñarse de una manera favorable al crecimiento».
Por otro lado, el vicepresidente del BCE considera que las valoraciones elevadas y la concentración de riesgos hacen a los mercados financieros vulnerables a dinámicas adversas, que podrían verse exacerbadas por entidades no bancarias. De este modo, si bien los intermediarios financieros no bancarios se han mantenido resilientes a los recientes episodios de volatilidad del mercado, el impacto de ‘shocks’ más amplios del mercado podrían provocar salidas repentinas de fondos de inversión o demandas de margen (‘margin calls’) sobre exposiciones a derivados.
Guindos ha reiterado que los bancos de la zona euro «son fuertes», añadiendo que la resiliencia del sector se ha visto respaldada por unos sólidos ratios de capital, robustos colchones de liquidez y una elevada rentabilidad bancaria, aunque ha avisado de que es posible que esta «haya alcanzado su punto máximo», ya que los márgenes de interés netos ya están disminuyendo mientras que las pérdidas crediticias están aumentando gradualmente.