Donald Trump asumió el cargo de presidente de Estados Unidos el pasado lunes 20 de enero. Desde ese día firmó órdenes de seguridad en materia de inmigración que impactan en miles de residentes de ese país. Una parte importante de los migrantes que viven en EE.UU. son los dreamers, quienes hasta el momento no tienen definida su situación legal.
Se les llama dreamers a los inmigrantes indocumentados que llegaron a EE.UU. cuando eran niños, vivieron y asistieron a la escuela en el país, además de que se identifican como estadounidenses, indica The Presidents Alliance on Higher Education and Immigration.
Asimismo, señalan que la población es diversa e incluye a individuos con y sin Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA, por sus siglas en inglés) y el Estatus de Protección Temporal (TPS, por sus siglas en inglés).
El programa DACA fue creado en 2012 durante la administración de Barack Obama y protege temporalmente a los beneficiarios de la deportación. Aunque no otorga un estatus migratorio legal, ni un camino hacia la ciudadanía, sí les permite tener un permiso de trabajo legal, acceso a derechos sociales y, en algunos estados, licencia de conducir.
En su primer mandato como presidente, Trump intentó cerrar el programa, pero la Corte Suprema de Estados Unidos lo bloqueó en 2020, por lo que en la actualidad existe una incertidumbre con respecto a la política que tomará en este tema.
El asesor de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Stephen Miller, a quien se le atribuyen muchas de las medidas de inmigración más duras durante la administración pasada del republicano, dijo, en 2023 y para The New York Times, que Trump volvería a intentar poner fin a DACA.
Pese a las afirmaciones de Milles, el magnate explicó en una entrevista posterior a las elecciones del 5 de noviembre, con Kristen Welker, para el programa Meet the Press de NBC News, que en su nuevo gobierno planean “hacer algo” con los dreamers. “Trabajaré con los demócratas en un plan (…) Los republicanos están muy abiertos”, sentenció.
El presidente señaló que se trata de personas que llegaron siendo muy jóvenes y muchas de ellas ni siquiera hablan el idioma de su país. Con relación a si desea que se queden en EE.UU. respondió: “Sí, quiero poder llegar a un acuerdo, y debería haberse podido llegar a un acuerdo en los últimos tres o cuatro años y nunca se logró”.
El pasado viernes 17 de enero un tribunal federal de apelaciones declaró ilegal la política migratoria DACA. CBS News destaca que un panel de jueces confirmó el fallo que determinó que una norma de la administración de Joe Biden para codificar el programa violaba la ley de inmigración de Estados Unidos.
“Los tribunales federales también han determinado que el memorando de 2012 de la administración Obama que originalmente creó la política es ilegal”, explica el medio citado. Agrega que al suspender la orden, el panel de jueces mantuvo vigente el DACA para los beneficiarios actuales y lo cerró para los nuevos solicitantes.
“Si bien confirmó la orden del tribunal inferior que anuló la regulación de DACA de la administración Biden, el panel del 5.º Circuito limitó el impacto del fallo, haciéndolo aplicable solo en Texas, el estado que encabeza la demanda liderada por los republicanos contra el programa”, precisa CBS News.
Al respecto, Bruna Sollod, directora política senior de United We Dream, considerada la organización de jóvenes inmigrantes más grande del país, comentó en un comunicado que Trump y su equipo “hablan en serio cuando afirman que nadie está fuera de la mesa cuando se trata de deportaciones masivas”.
La directiva de la organización añadió que si el presidente realmente quiere decir lo contrario, pediría a sus aliados en Texas que abandonen la demanda contra DACA y detengan su agenda de detenciones y deportaciones masivas. “Hasta entonces, seguiremos reforzando las protecciones para nuestras comunidades y exigiremos que los funcionarios electos en todos los niveles se presenten para proteger a las personas de su comunidad de los planes de detención masiva de Trump”.