martes, 4 marzo, 2025
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La denuncia contra Monedero alertó al equipo de Irene Montero sobre episodios de acoso sexual en la manifestación del 8M

El escrito remitido a la número dos de Irene Montero en el Ministerio de Igualdad que alertaba sobre supuestos «tocamientos» de Juan Carlos Monedero también enmarcaba estos episodios de presunto acoso sexual durante la manifestación feminista del 8M que tuvo lugar el 8 de marzo de 2023. La entonces ministra de Igualdad acudió a la concentración junto a su equipo y estuvo también acompañada por el fundador de Podemos, que más tarde publicó una imagen en sus redes sociales con la plana mayor de Igualdad.

En el email, desvelado por eldiario.es y que reproduce por completo El Periódico de España, se puede observar cómo la denunciante pone en conocimiento de la Secretaría de Feminismos y LGTBI de Podemos, entonces dirigida por la número dos de Montero en el ministerio, Ángela Rodríguez Pam, presuntas situaciones de acoso sexual. «Denuncia comportamiento inaceptable«, era el asunto que encabezaba el escrito.

En el texto, fechado el 12 de septiembre de 2023 a las 11:32 horas, la denunciante relataba haber tenido «conocimiento» de que Monedero «se dedica a incomodar y manosear a mujeres jóvenes en entornos del partido en los que tiene acceso a ellas», acusándole así de valerse de los espacios de Podemos para acceder a mujeres. Estos episodios, proseguía el escrito, no sólo se circunscribían, como se ha publicado hasta ahora, a la fiesta de la primavera de Zaragoza de Podemos en la que Monedero participó como ponente, sino también se habrían desarrollado en la manifestación feminista del 8M encabezada por la entonces titular de Igualdad del Gobierno. Montero estaba entonces inmersa en la polémica por la ley trans, y durante la manifestación algunas activistas protestaron por la norma, que se había aprobado en el Congreso dos semanas antes.

«Los últimos eventos en los que ha ocurrido y de los que tengo conocimiento han sido en la manifestación del 8 de Marzo y la fiesta de la primavera en Zaragoza», relata el escrito. «Dichos comportamientos incluyen: agarrar por detrás rodeando con los brazos, realizar tocamientos en cintura y trasero, comentarios inapropiados sobre mujeres muy jóvenes. Todo lo anterior con chicas que acaba de conocer o con las que no tiene confianza», apuntaba la denunciante.

Denuncia interna por presunto acoso contra Juan Carlos Monedro / RAQUEL SERRANO

El día de esa manifestación el propio Juan Carlos Monedero publicó un mensaje en Twitter donde aparecía junto a la entonces ministra de Igualdad, Irene Montero, además de su número dos, Rodríguez Pam, e Isa Serra, entonces asesora del ministerio y ahora eurodiputada de Podemos. «Ojalá se supere pronto esta trinchera», decía el fundador del partido. «Mientras tanto, hoy, 8M, las mujeres valientes y que miran para adelante están con Irene Montero. Gracias por vuestro coraje. #APorMasFeminismo», rezaba el mensaje. Por entonces, no se había producido entre ambos la fractura política que se precipitó después de las elecciones generales, cuando el partido diseñó una hoja de ruta para romper con Sumar mientras Monedero abogaba por mantener los lazos.

«Tenemos conocimiento de un incidente en el que el señor Monedero intentó besar a una compañera estando ebrio y han ocurrido episodios similares estando este en estado de embriaguez«, proseguía el escrito, que también hacía referencia a la situación en la Universidad Complutense de Madrid, que hace dos semanas confirmó la apertura de un expediente al fundador de Podemos por otro caso de presunto acoso sexual. El dirigente se dio de baja y no retomará las clases hasta «nuevo aviso». «En el campus de Somosaguas se conoce su conducta e incluso hace dos años fue señalado como un profesor acosador el día del 8-M», relata el escrito, que remacha que «había una pintada hace 6 años en relación a su conducta».

La militante de Podemos trasladaba a la ejecutiva morada que «lo peor de todo esto es que tenemos conocimiento de que estos comportamientos son casi un «chiste» dentro del partido incluso se ha llegado a bromear con el tema delante de personas que están al frente de Podemos y estos ni se han inmutado». «Hay chicas que han pedido directamente a personas que intervengan y solo les dicen que lo hagan público pero que no pueden ir contra un «amigo».

En este punto, la denunciante advierte que «lo apropiado es hacer algo de forma interna porque si se hace público sería peor hablar de las veces que esto se ha puesto en conocimiento del partido en general y de personas del partido en particular y se ha ignorado». En este punto, el escrito pasa a reseñar que «una compañera ha intentado durante meses hablar con una persona que ya no está en el partido pero que sigue teniendo bastante influencia y que la ha dejado bastante desamparada. Solo le aconseja que lo haga público sabiendo lo que esto supone para una víctima». El email concluye con una petición de ayuda: «Espero que puedan ayudarnos. Gracias por su atención».

Diferentes versiones

La respuesta no llegó hasta diez días después, el 22 de septiembre de 2022, cuando Ángela Rodríguez Pam respondió asegurando que daría traslado a la información al Comité de Garantías de Podemos, el tribunal interno al que rebotó el email con un breve mensaje: «Desde la Secretaría de Feminismos y derechos LGTBI os hacemos llegar esta información que ha llegado a nuestro buzón para que se le pueda dar el cauce oportuno según lo que establecen nuestros documentos», señalaba el correo, firmado desde el email corporativo de la Secretaría de Estado de Igualdad por la entonces miembro del Gobierno.

El órgano interno respondió a Rodríguez Pam instándole a interponer una denuncia por las vías formales mediante un formulario, algo que «podría haber hecho cualquier miembro de la ejecutiva», defienden fuentes del partido bien situadas. Sin embargo, desde la Comisión de Garantías no se llegó a hacer requerimiento formal a la denunciante, que en declaraciones a eldiario.es ha asegurado no haber recibido respuesta alguna por parte de Podemos.

En el partido, en cambio, aseguran que se intentaron poner en contacto con ella vía email «al menos en dos ocasiones», según señaló el portavoz morado, Pablo Fernández. El resultado es que nunca se continuó con aquel procedimiento, una circunstancia en la que se escuda el partido, que justifica su inacción en que «la víctimas decidieron no continuar». La formación aseguraba haber aplicado un «protocolo» para casos de violencia sexual. Un documento que sin embargo desmiente su versión y que era absolutamente desconocido dentro de la organización, donde distintas fuentes aseguran que nunca llegó a aplicarse.

Lejos de dar atender la petición de ayuda por parte de la denunciante o dar pasos para abrir una investigación que esclareciera los hechos, la cúpula morada renunció a intervenir en este asunto o iniciar un expediente, como le permitían los estatutos, y empleó esta denuncia como un arma política para neutralizar así las posiciones que Juan Carlos Monedero venía defendiendo de formar un ‘frente amplio’. Una tesis contraria a la estrategia oficial, que ya planeaba la ruptura con Sumar para lanzar a Irene Montero de candidata, tal como avanzó El Periódico de España.

Después de estas informaciones, y con el objetivo de preservar la imagen de Irene Montero, Podemos ha decretado silencio total sobre este asunto, bajo la premisa de que el objetivo «no es informar sino atacar» al partido. A día de hoy, después del desgaste sufrido por la crisis del caso Monedero, Irene Montero no ha confirmado su presencia en la manifestación del 8M de este fin de semana.

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