Este 2 de junio se conmemora el Día Nacional del Bombero Voluntario en toda la Argentina. El acontecimiento impulsor es la creación de la Sociedad Italiana de Bomberos Voluntarios del barrio de La Boca, en la ciudad de Buenos Aires.
Se trata de una jornada que honra la valentía, entrega y servicio desinteresado de quienes dedican su vida a proteger a sus comunidades ante incendios, accidentes y desastres.
El origen de esta conmemoración se remonta a 1884, cuando en la ciudad de Buenos Aires se fundó la primera agrupación de bomberos voluntarios en el país y fue presidida por Tomás Liberti, de origen genovés.
Esta iniciativa surgió ante la necesidad de contar con un cuerpo de protección civil que actuara de manera rápida y solidaria en emergencias, sin esperar retribución económica.
La elección del 2 de junio como fecha conmemorativa tiene su raíz en la historia de esta institución pionera, cuyos fundadores vieron en esa fecha un símbolo de compromiso y valor. A lo largo de los años, distintas asociaciones de bomberos en todo el país han adoptado esta fecha para rendir homenaje a sus integrantes y fortalecer la conciencia social sobre la importancia de su labor.
En Argentina, los bomberos voluntarios representan un pilar fundamental en la protección civil, una tradición que nació hace más de un siglo y que continúa vigente gracias al compromiso y la pasión de miles de hombres y mujeres que día a día entregan su esfuerzo por un país más seguro.
Su rol es fundamental en la comunidad, son los primeros en llegar y los últimos en irse ante cualquier emergencia. Se capacitan diariamente para dar lo mejor de sí a los demás cuando más lo necesitan con solidaridad, abnegación, sacrificio y desinterés.