sábado, 14 junio, 2025
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Nuestros patrones de respiración son únicos, como una huella dactilar

Los científicos revelaron que la respiración de cada persona tiene un patrón idiosincrásico único para el proceso de inhalación y exhalación, que nos distingue de la misma forma que una huella dactilar. Los patrones respiratorios reflejarían una actividad neuronal específica.

Un equipo de investigadores del Instituto Weizmann de Ciencias, en Israel, reveló un hallazgo sorprendente en un nuevo estudio publicado en la revista Current Biology: cada persona posee una “huella respiratoria” única, capaz de identificarla casi con la misma precisión que una huella dactilar. 

Para llegar a esta conclusión, los científicos desarrollaron un dispositivo ligero y portátil que registra el flujo de aire nasal de forma continua durante 24 horas. Consiste en unos tubos flexibles colocados suavemente bajo las fosas nasales y conectados a un pequeño sensor que se ubica bajo la ropa, cerca de la nuca.

Patrones respiratorios y neuronales

A diferencia de las pruebas convencionales de función pulmonar, que suelen durar entre 1 y 20 minutos, esta metodología permite capturar la dinámica respiratoria en contextos reales: caminando, estudiando, durmiendo o haciendo ejercicio, según se explica en una nota de prensa.

El estudio abarcó a 100 adultos jóvenes sin patologías, que fueron reclutados y se les solicitó que continuaran con su rutina diaria mientras llevaban el dispositivo. Tras analizar los datos, los autores pudieron identificar a cada individuo con un 96,8% de exactitud, basándose únicamente en sus patrones de inhalación y exhalación.

Este nivel de precisión se mantuvo estable incluso cuando se repitieron las mediciones hasta dos años después, rivalizando con algunas tecnologías de reconocimiento de voz. Los responsables del estudio subrayan que la singularidad de la respiración podría deberse a la estrecha relación entre el cerebro y la función olfativa. 

En los mamíferos, la información olfativa se procesa durante la inhalación, algo que sugiere que los matices de la respiración reflejan patrones neuronales individuales. “Pensábamos que resultaría muy difícil identificar a alguien solo por la respiración, ya que cada persona realiza distintas actividades a lo largo del día. Sin embargo, descubrimos que estos patrones eran sorprendentemente distintivos”, indicó en el comunicado Timna Soroka, una de las autoras del estudio.

Una herramienta de diagnóstico y terapéutica

Más allá de la identificación biométrica, los investigadores hallaron fuertes relaciones entre estas “huellas respiratorias” y diversos indicadores de salud física y mental. Por ejemplo, quienes presentaron puntuaciones más elevadas en cuestionarios de ansiedad mostraron inhalaciones más breves y mayor variabilidad en las pausas respiratorias durante el sueño, aunque ninguno cumplía criterios clínicos de trastornos psiquiátricos. 

Al mismo tiempo, se observó una relación con el índice de masa corporal y los ritmos de sueño-vigilia, un dato que sugiere que el análisis prolongado de la respiración podría convertirse en una oportunidad para monitorear el bienestar integral.

Referencia

Humans have nasal respiratory fingerprints. Timna Soroka et al. Current Biology (2025). DOI:https://doi.org/10.1016/j.cub.2025.05.008

Los investigadores reconocen que el prototipo actual enfrenta obstáculos para su uso cotidiano: la percepción de enfermedad asociada a los tubos nasales y la falta de registro del flujo bucal pueden limitar su adopción. Además, durante el sueño el dispositivo puede desplazarse y perder efectividad. Frente a esto, el equipo ya trabaja en una versión más discreta y cómoda, que integre sensores adicionales y materiales de última generación.

Hacia al futuro, los especialistas planean explorar si la modulación activa de los patrones respiratorios puede tener un efecto terapéutico. “Es posible que cambiar la forma en que respiramos pueda influir en nuestro estado emocional, no solo diagnosticarlo”, planteó Noam Sobel, otro de los científicos a cargo de la investigación.

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