María Emilse Molina, la mujer que en mayo de 2024 asesinó de manera brutal a su ex pareja en la localidad de Nono, fue condenada este miércoles a 13 años de prisión mediante un juicio abreviado en los tribunales de Villa Dolores. La pena quedó firme tras el acuerdo entre la defensa y la fiscalía, y la homologación del juez Santiago Camogli.
El caso conmovió a Traslasierra y al país por la crueldad de los hechos. Molina, de 48 años, confesó haber matado a Omar Eduardo Cabrera (58), con quien había tenido una relación ocasional. Lo golpeó con un palo de amasar, lo descuartizó con un cuchillo de carnicero y hirvió partes del cuerpo en ollas antes de dispersar los restos en bolsas de consorcio negro en inmediaciones del dique La Viña, en la zona de Las Rabonas.
Un caso estremecedor
Cabrera, exmilitar y vecino de Mina Clavero, había desaparecido a fines de abril de 2024. Su ausencia fue reportada el 1 de mayo, tras no presentarse en su trabajo en un restaurante de Arroyo de los Patos, donde se desempeñaba como banderillero. Allí había conocido a Molina, que trabajaba como cocinera.
La investigación liderada por la fiscal Analía Gallarato condujo al allanamiento de la casa de la acusada, donde se hallaron la tarjeta de débito de la víctima y otros elementos comprometidos. A los pocos días, Molina confesó el crimen y condujo a los investigadores al sitio donde había arrojado los restos. El cráneo de Cabrera fue hallado cerca de la costa del embalse.
De homicidio calificado a juicio abreviado
En un principio, la causa fue elevada a juicio con la imputación de homicidio calificado por codicia, que preveía una posible pena de prisión perpetua. Sin embargo, la defensa apeló y la Cámara del Crimen de Cruz del Eje recalificó la causa como homicidio simple, que tiene una pena de 8 a 25 años.
Con esa nueva carátula, Molina reconoció su autoría y aceptó el juicio abreviado, sin antecedentes penales. La fiscalía, a cargo de Sergio Cuello, y la defensa renunciaron a la posibilidad de apelación, por lo que la sentencia quedó firme.
La mujer, actualmente detenida en la Cárcel de Mujeres de Bouwer, fue señalada en peritajes psicológicos como una persona con tendencias manipuladoras y comprensión plena de sus actos. La investigación determinó que Cabrera había prestado dinero a Molina y que existía una relación de dependencia y conflicto entre ambos.
Fuentes: La Otra Mirada y La Voz