Cristina Kirchner no es santo de la devoción de muchos excolegas legisladores, pero aún los detractores más acérrimos, como Miguel Ángel Pichetto, se dan cuenta de lo arbitrario de los términos de la condena a seis años de prisión e inhabilitación perpetua para ejercer cargos públicos que la titular del Partido Justicialista empezó a cumplir en su departamento del barrio porteño de Constitución.
Por caso el líder del bloque Encuentro Federal en Diputados señaló este viernes que «la condena de inhabilitación perpetua no es coincidente con la pena privativa de la libertad«, en referencia a la decisión de los jueces de Comodoro Py de no permitir que la expresidenta vuelva a ocupar un cargo público apenas pueda salir de su casa.
«Si analizas el caso (Marine) Le Pen o el propio caso de (Jair) Bolsonaro, la inhabilitación, que es una pena complementaria, no puede ser más alta que la propia pena privativa de la libertad«, señaló el diputado en una entrevista por Radio Rivadavia en la que se refirió a las «irregularidades» del fallo que fue confirmado por la Corte Suprema.
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«Estos son los debates que el mundo jurídico no analiza y nadie menciona. Está agotada la línea interna, puede haber algún camino hacia la Interamericana, pero lo que quiero decir es que el tema es político», sopesó Pichetto.
«El tema es político», insistió el diputado, que supo ser aliado de Cristina Kirchner en el Senado (allá lejos, a finales del siglo XX) y luego se sentó a las antípodas del kirchnerismo siempre que pudo.
Para Pichetto, al margen de sus sentimientos políticos, la inhabilitación a perpetuidad de Cristina Kirchner para ejercer cargos públicos «significa que el liderazgo más fuerte, más contundente, aún en declinación, que es el del peronismo, está preso», y advirtió: «Es un dato que también empieza a tener repercusiones en el plano de la política argentina».
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