El Al-Hilal estaba de resaca anímica y física (porque el alcohol está prohibido en Arabia Saudita), por el histórico triunfo ante el City. Solo así se explica que fuera incapaz de repetir una actuación al mismo nivel futbolístico ante un adversario como el Fluminense, que no tenía la grandeza financiera ni el potencial deportivo del equipo de Pep Guardiola.
Filippo Inzaghi, que lo perdió todo esta temporada con el Inter de Milán, protagonizó su primera gran decepción saudita. Perdió, contra pronóstico, ante el Tricolor carioca por 2-1. Y como dice un dicho brasileño, “nadó para morir ahogado en la orilla”. ¿De qué le sirvió su triunfo ante los celestes de Manchester?
El Flu, tocado por una varita mágica, fue mucho más equipo. Y llega a las semifinales después de haber empatado con el Borussia Dortmund y haber eliminado al Inter de Milán y al Al-Hilal y sus petrodólares. Lo que ha hecho el equipo de Renato Gaúcho, con una plantilla de clase media-baja, es sublime.
El botín del Fluminense
El vértigo de verse en las semifinales maniató a los dos protagonistas, que aparcaron la grandeza exhibida para protagonizar sendas machadas en la eliminatoria anterior: los cariocas dejando en la cuneta al Inter de Milán, aún afligido por haber perdido todos los títulos en un final de temporada tenebroso, y los sauditas al City de Pep, que ha perdido toda su aura.
Se impuso el pragmatismo, el juego de estudio, de marcajes férreos y de máximo control. El partido del miedo era anodino, desposeído de ritmo. Mandaban las pizarras. Los dos técnicos habían diseñado su propia línea de cinco, con tres centrales contundentes, para achicar espacios con un bloque bajo impenetrable. Nadie quería exponerse.
La primera finalización no llegó hasta el minuto 17, cuando Nonato, asistido por John Arias, hizo un buen control y disparó, ante la presencia de Joao Cancelo, por encima de la portería de Bono.
En este contexto rácano quedaba claro que cualquier error de bulto se pagaría caro. Y el primero que lo cometió fue el Al-Hilal. Cancelo, que en el minuto en homenaje a Diogo Jota lloró desconsoladamente, despejó mal y el balón se quedó dentro del área. Martinelli se revolvió y sacó un tremendo zurdazo que casi despeja con la cabeza Rubén Neves, pero que acabó introduciéndose en la escuadra. Un golazo, por fin, en medio de tanto bostezo. El Flu, como ya había hecho contra el Inter de Milán, rentabilizaba al máximo todo lo poco que creaba.
El gigantesco premio de los cariocas, por poco, se desvanece en unos últimos minutos del primer tiempo de vértigo. Koulibaly avisó con un gran cabezazo que obligó a Fábio a hacer una espectacular parada, una más a añadir a su colección en el torneo. ¡El primer remate saudita llegaba en el minuto 45!
Y, poco después, el colegiado neerlandés señalaba un dudoso penalti por un toque de Samuel Xavier que Marcos Leonardo teatralizó. El VAR lo llamó a revisar la jugada… y dio marcha atrás. “Contacto normal de fútbol”, explicó el colegiado por megafonía. El Flu respiraba, pero el recado estaba dado: el Al-Hilal tenía pólvora y tampoco necesitaba mucho para agredir.
La estrella de Hércules
Renato Gaúcho reforzó la medular en el descanso con Hércules en lugar del goleador Martinelli. De salida, el cambio no aportó el trabajo defensivo planeado. Y los de Filippo Inzaghi, que ya habían explicitado su peligro en balones parados, empataron en un córner servido por Rúben Neves. Koulibaly tocó con la cabeza para habilitar a un Marcos Leonardo en estado de gracia, que controló y remató (min. 51).
Con el empate, se rompieron las amarras y aparecieron los espacios. Germán Cano tuvo un mano a mano que Bono solventó con maestría. Allí pudo estar la clasificación, porque habría asestado un golpe moral. El goleador argentino, de 37 años, está irremediablemente en declive.
El Al-Hilal empezaba a imponerse por puntos, trabajando con criterio `posesiones más largas y creando peligro a balón parado. El Flu, que lleva todo el Mundial jugando con el corazón, supo sufrir, sabiendo siempre a lo que juega.
Renato Gaúcho tenía razón, una vez más. Hércules, su apuesta para el segundo tiempo, recuperó un balón en zona de ataque y lo hizo todo: tiró una pared con Samuel Xavier, controló con la izquierda y remató con la derecha. El mediocentro había marcado contra el Inter de Milán. El Flu volvía a rentabilizar los errores ajenos.
El Al-Hilal perdió la cuadratura, atacó sin creterio. Apretó muchísimo pero no le alcanzó en un final en el que el Flu se defendió épicamente. La clasificación ya no se le escapaba al Tricolor carioca, que espera rival. En unas horas sabrá si es el Palmeiras, y hay unas semifinales ‘brasucas’, o el Chelsea.
Ficha técnica: Fluminense – Al-Hilal (2-1)
Fluminense: Fabio; Samuel Xavier (Guga, 83′), Ignacio, Thiago Silva, Freytes, Fuentes; Facundo Bernal (Thiago Santos, 88′), Martinelli (Hércules, 46′), Nonato; John Arias y Germán Cano.
Al-Hilal: Bono; Koulibaly, Ruben Neves, Renan Lodi; João Cancelo (Yami, 90+3), Kanno, Nasser, Moteb, Milinković-Savić; Malcom (Juawayr, 90+3) y Marcos Leonardo.
Árbitro: Danny Makkelie (Países Bajos). Amonestó a Freytes (35′), Martinelli (45), Thiago Silva (64′) / Milinković-Savić (10′), Ren Lodi (21′), Ruben Neves (90′) y Koulibaly (90+7).
Goles: 1-0 Martinelli min 40; 1-1 Marcos Leonardo min 51; 2-1 Hércules min 69.
Incidencias: Camping World Stadium en Orlando (EE.UU.)