Tener una green card no garantiza la permanencia en Estados Unidos. La Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, por sus siglas en inglés) lanzó una advertencia pública el 7 de julio sobre la posibilidad de deportar a residentes permanentes con antecedentes penales.
En un mensaje publicado en su cuenta oficial de X, la CBP reafirmó que la residencia permanente no es incondicional. El organismo advirtió que “poseer una green card es un privilegio, no un derecho”, y recalcó que el gobierno federal “tiene la autoridad para revocar” ese estatus cuando se cometen infracciones.
“Tener antecedentes penales no lo convierte en un residente permanente ejemplar”, señaló la CBP. En esos casos, aclaró, también puede aplicarse la detención obligatoria al momento del ingreso al país norteamericano por cualquier punto oficial.
El portal oficial del Servicio de Ciudadanía e Inmigración de Estados Unidos (Uscis, por sus siglas en inglés) indica que una persona puede ser deportada aunque tenga una green card válida, si incurre en:
Uscis aclara que vivir en Estados Unidos con una green card está permitido siempre y cuando no se cometan actos que hagan a la persona “removible”, según la ley migratoria.
Los residentes permanentes deben cumplir deberes establecidos por ley. Entre ellos, se encuentran:
El incumplimiento de estas obligaciones puede derivar en la cancelación de la residencia permanente y en procesos de remoción ante tribunales migratorios.
Quienes hayan obtenido la ciudadanía por naturalización también pueden perderla si mintieron u ocultaron datos durante el trámite. Según el Manual de Políticas de Uscis, las causas de revocación incluyen:
En estos casos, Uscis puede iniciar un proceso judicial para anular la ciudadanía y retirar todos los beneficios asociados.
Aunque el gobierno de Donald Trump afirma que prioriza la detención de inmigrantes con antecedentes penales, nuevos datos revelan lo contrario. Según The Washington Post, cerca del 60% de los migrantes detenidos por el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés) en 2025 no tiene condenas ni enfrenta cargos abiertos.
Desde enero, las detenciones se duplicaron, con un promedio de hasta 3000 arrestos diarios. Sin embargo, la mayoría de los casos involucra a personas sin historial delictivo, en contraste con el discurso oficial que promete enfocarse en “criminales peligrosos”. Solo una minoría fue condenada por delitos graves. La mayoría tiene infracciones menores, como violaciones migratorias o de tránsito.