Sumar se ha convertido en una víctima colateral del acuerdo a medias sobre Seguridad Social anunciado Pedro Sánchez e Imanol Pradales tras la reunión bilateral del martes en Moncloa. El presidente vasco anunció el traspaso de algunas de las competencias pactadas en esta materia, y culpó al Ministerio de Trabajo de presentar resistencias a la hora de ceder en los traspasos relacionados con prestaciones y subsidios por desempleo. Una acusación que ha revuelto a Sumar, que niega la mayor y carga contra los jeltzales, al considerar que la verdadera razón era la falta de preparación del traspaso, y en ningún caso la falta de voluntad de Yolanda Díaz.
«No hemos vetado nada«, resumen fuentes del Ministerio de Trabajo, donde no ocultan su sorpresa por las declaraciones de Pradales. Desde el Palacio de la Moncloa, el lehendakari defendió que los «obstáculos administrativos y las resistencias políticas» explican el desacuerdo en el traspaso completo de la Seguridad Social. Y no precisamente por parte de Sánchez, del que Pradales quiso destacar en todo momento su «voluntad política» para avanzar en el proceso, sino de otros miembros de su Ejecutivo.
«He solicitado al presidente que ponga orden», dijo el lehendakari en una referencia velada al Ministerio de Trabajo encabezado por la vicepresidenta Yolanda Díaz, del sector de Sumar, que venía manifestando discrepancias respecto a las propuestas de traspaso remitidas por el Gobierno vasco.
«Escenificación»
Desde Sumar apuntan a que se han producido apenas dos reuniones deonde han abordado juntos cómo materializar el traspaso, y señalan que existe una falta de madurez en el planteamiento de ejecución. Los recelos son difíciles de ocultar hacia el PNV, a quien acusan de cierta «escenificación» a la hora de señalar a Yolanda Díaz para evitar que quede en evidencia la falta de avances a la hora de abordar el plan para materializar las transferencias.
Recuerdan así el Gobierno de coalición que mantienen en Euskadi y advirtiendo que los jeltzales «se equivocan atacando a quien más compromiso tiene con la plurinacionalidad». Defienden que, más allá de las «resistencias» que apuntó Pradales, el hecho de que no se haya traspaado responde a que «esto necesita un poco más de trabajo» a la hora de concretar el traspaso, «para dar garantías a los desempleados vascos».
Pradales apuntó a que el Gobierno central debería afrontar una «reválida» a final de año, en poco más de cinco meses, para examinar el estado del traspaso del restro de competencias. Un plazo que en Sumar confían en poder cumplir para el traspaso completo de la Seguridad Social. El objetivo es ejecutar el traspaso integral de la Seguridad Social.
El primer bloque de estas competencias era el principal objetivo que el Gobierno vasco se había marcado para la cumbre del martes, donde no están incluidas pensiones. Un objetivo que queda incompleto ante la falta de acuerdo en torno a las prestaciones de desempleo. Con un impacto cercano a los 800 millones de euros al año, el Gobierno vasco aspiraba a abonarlas a través del Servicio Vasco de Empleo y que desaparecieran así las oficinas del Sepe. Un objetivo que tendrá que esperar a la espera de que avancen las negociaciones con el ministerio de Yolanda Díaz.
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