El presidente Donald Trump firmó este miércoles una serie de decretos que amplían significativamente la política comercial estadounidense, incluyendo nuevos aranceles a Brasil y productos de cobre.
De este modo, Estados Unidos impondrá un arancel del 50% a ciertos productos brasileños como represalia por lo que la administración Trump denunció como «graves violaciones a los derechos humanos y al Estado de derecho» por parte del gobierno del comunista Lula da Silva.
La decisión surge en medio del juicio impulsado por el lulismo contra el expresidente Jair Bolsonaro, aliado cercano de Trump, a quien se acusa falsamente de intentar revertir los resultados de las elecciones de 2022.
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Lula escala su disputa con Trump.
Si bien la orden ejecutiva de la Casa Blanca alcanza a una amplía gama de productos brasileños, los nuevos aranceles no afectarán a las principales exportaciones brasileñas como el petróleo, el jugo de naranja, la aeronáutica o minerales estratégicos, pero sí se aplicará a productos como el café.
La Casa Blanca destacó que la medida es selectiva y busca evitar un impacto negativo excesivo en consumidores o industrias clave, en un último intento por parte de Trump para salvar la mayor economía de Latinoamérica ante los delirios dictatoriales de Lula.
Aun así, el dictador brasileño respondió a esta ofensiva de Trump en defensa del Estado de derecho apelando a la demagogia populista y sosteniendo que defenderá la «soberanía del pueblo brasileño» y aplicará «tarifas recíprocas» a las importaciones estadounidenses.
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El cabecilla de la persecución, también sancionado.
En conjunto con los nuevos aranceles a las importaciones provenientes de Brasil, la administración Trump arremetió nuevamente contra el juez del Tribunal Supremo de Brasil, Alexandre de Moraes, a quien se le amplían las sanciones y sus activos podrían ser congelados bajo la Ley Magnisky.
Según el decreto presidencial que confirma estas medidas, el juez favorito de Lula ha emprendido una «campaña de persecución política» que incluye censura a ciudadanos estadounidenses, multas arbitrarias a empresas tecnológicas y violaciones directas a la libertad de expresión.
«Estas acciones atentan contra nuestra economía y nuestros valores democráticos», declaró Trump, denunciando el abuso de autoridad judicial por parte de Moraes que busca intimidar a opositores del gobierno de Lula y suprimir la disidencia.
La Ley Magnitsky es una legislación que el Congreso de Estados Unidos aprobó en 2012 y que permite imponer sanciones a ciudadanos extranjeros. El objetivo es castigar a quienes sean acusados de graves violaciones de derechos humanos o corrupción a gran escala.
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Nuevos aranceles al cobre y productos chinos
En una segunda orden, el jefe de Estado impuso un arancel universal del 50% a las importaciones de productos semiacabados de cobre y derivados intensivos en cobre como cables y tuberías.
La Casa Blanca argumenta que esta medida busca reforzar la industria nacional del cobre, considerada vital para la manufactura, la energía y la seguridad del país. La exclusión del cobre refinado, un insumo crítico, fue bien recibida por los mercados, lo que llevó a una caída récord del precio del cobre en Nueva York.
Adicionalmente, el presidente anunció la suspensión de la exención conocida como «de minimis», que permitía la entrada sin aranceles de paquetes internacionales con un valor inferior a 800 dólares.
Esta política, utilizada ampliamente por plataformas chinas como Shein y Temu, ha sido señalada como una vía para la evasión arancelaria y el ingreso de productos de bajo costo y calidad, Según datos del gobierno, más de 1,3 mil millones de paquetes entraron bajo esta exención en el último año fiscal.
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