El pesquero que encalló esta madrugada en el norte de Lanzarote con cinco hombres de nacionalidad marroquí a bordo es un barco patera que fue utilizado por sus ocupantes para llegar de forma irregular a Canarias, según los primeros indicios recopilados por la Policía Nacional.
Agentes de la Comisaría de Arrecife (Lanzarote) ya han interrogado a las cinco personas rescatadas del barco por los bomberos de Lanzarote: cuatro adultos y un menor.
El pesquero es un atunero de unos quince metros de eslora, con bandera de Marruecos en el puente, que varó en una baja de fondos rocosos de la costa de Órzola conocida como el Charco de La Condesa, y se incendió después de que sus tripulantes fueran puestos a salvo.
A los bomberos, los rescatados les dijeron que llevaban cinco días sin comer. Esa manifestación, sumada a su aspecto débil y a lo extraño del varamiento, hicieron sospechar desde un primer momento de que podía no tratarse de un mero accidente de pesca.
La Policía ha declinado por el momento ofrecer más detalles sobre el punto del que partió el atunero y las circunstancias de su travesía, a la espera de completar el expediente con las indagaciones sobre el barco que está realizando la Guardia Civil.
El uso de pesqueros como vía para acceder irregularmente a España no es habitual en la Ruta Canaria, pero hay algunos precedentes, algunos de ellos muy recientes, también ocurridos en Lanzarote.
De hecho, el pasado 18 de junio, 14 tripulantes de otro barco marroquí, uno de ellos menor, pidieron asilo político al llegar al puerto de Arrecife, la capital de la isla.