El Lago San Roque y las sierras cordobesas han sido testigos de un fenómeno inusual las últimas semanas. Reportes de vecinos y turistas han encendido las alarmas (y la curiosidad) de avistamientos de un hombre musculoso, de cabello indomable y una sed insaciable por la comida, que bien podría ser nuestro querido Goku, de la saga Dragon Ball.
Testigos ocasionales afirman haberlo visto en la costanera, realizando «calentamientos» que hicieron temblar el pavimento, provocó más rajaduras en la zona exclusiva para peatón o elevándose unos metros sobre el agua del lago, aunque rápidamente disimulaba con un «¡Qué lindo día para volar!» antes de aterrizar y pedir una docena de churros. «¿Será un nuevo atleta extremo, o el más peculiar de los veraneantes?», se preguntaron los que caminaban o trotaban a esa hora.
La teoría más fuerte apunta a una misión secreta: ¿estará entrenando para un torneo intergaláctico usando las sierras como su particular Cámara del Tiempo Hiperbólica? ¿O quizás, en un giro inesperado, solo está disfrutando de unas merecidas vacaciones familiares con Milk, Gohan y Goten, aprovechando los paisajes para relajarse y recargar energías (y sus estómagos) con las delicias locales?
La incertidumbre persiste, pero lo que es seguro es que la presencia de este enigmático personaje ha traído una dosis extra de emoción y un poco de caos en las vísperas de la primavera. Quién sabe, quizás mañana lo encontremos probando un lomito gigante o desafiando al Cerro de la Cruz a una carrera de velocidad.
¡Manténganse atentos, turistas y carlospacenses, porque en Carlos Paz, hasta los héroes más grandes parecen encontrar su propio paraíso terrenal