lunes, 22 septiembre, 2025
InicioSociedadAlba Flores estrena 'Flores para Antonio', un homenaje a su padre: "Yo...

Alba Flores estrena ‘Flores para Antonio’, un homenaje a su padre: «Yo no pedí llamarme Flores, nunca tuve otra opción»

Es hija de Antonio González Flores, o Antonio Flores, hijo de Lola Flores y referente esencial de la música española, de cuya muerte acaban de cumplirse 30 años. En el documental ‘Flores para Antonio’, la actriz investiga la verdad sobre quién fue su padre a través de entrevistas a familiares y amigos y de un archivo compuesto de vídeos caseros, fotos, dibujos, imágenes televisivas y letras de canciones. La película se presenta en el Festival de San Sebastián.

Tanto esta película como el primer concierto de homenaje a su padre nacieron casi 30 años después de su muerte. ¿Por qué tanto tiempo?

Cuando mi padre murió yo tenía 8 años, y no entendía nada. Durante mucho tiempo no me sentí preparada para gestionar su ausencia, hablar de ella, normalizarla. Pero con los años he hecho mucha terapia y, además, algunas cosas han cambiado: he desarrollado una identidad propia e independiente de la de mi familia, he llegado a una edad mayor que la que él tenía cuando murió y, por algún motivo, eso me ha ayudado a tener la valentía para afrontar este proyecto. Cuando se me presentó, sin embargo, yo fui muy reticente. Dije que solo lo aprobaría si Isaki Lacuesta formaba parte de él y, para mi sorpresa, aceptó. Aunque, eso sí, me puso una condición: que yo misma participara en la película. Me costó aceptar, pero sentí que era lo correcto. Creo, porque no han dejado de recordármelo a lo largo de estos años, que hay mucha gente que llevaba tiempo esperando un homenaje como este a mi padre.

La película testimonia la investigación que usted llevó a cabo para conocer a su padre. ¿Qué le llamó más la atención de lo que aprendió en el proceso?

Dos cosas, principalmente. La primera es la fortaleza de mi padre y su capacidad para resurgir de sus cenizas. Él se fue muy pronto, pero hasta ese momento sufrió mucho altibajos y se repuso a todos ellos hasta que logró llegar hasta donde quería. Eso es muy inspirador. La segunda es la cantidad de amor que fluye entre todos los miembros de mi familia, en todas direcciones. Sé que suena un poco cursi, pero es verdad. En ese sentido, me siento muy afortunada.

Las actrices Najwa Nimri (d) y Alba Flores durante la presentación del estreno nacional del musical «Drac Pack» en València. / Kai Försterling / EFE

¿Cuál es su relación con la mitología construida en torno al clan Flores?

Desde que tengo uso de razón he sido consciente de que mi familia y yo estamos expuestos a todo aquello que la gente proyecta, y eso no se corresponde con la sencillez y la mundanidad que define las relaciones que mantenemos entre nosotros. En cualquier caso, siento que el público entiende que dentro de la familia Flores siempre ha habido una voluntad sincera y apasionada de crear arte que provoque emociones, que se ha perpetuado de generación en generación. Por eso creo que la gente nos quiere, siente que somos auténticos y nos siente suyos.

¿Abanderar el apellido Flores le ha pesado a usted tanto como, según deja claro el documental, le pesó a su padre?

Inevitablemente, me ha pesado. Yo soy una privilegiada, pero mis circunstancias son completamente anómalas. Todo el mundo me conoce desde que nací, y siempre he notado esa presión. Desde el principio noté la expectación de la gente y, por tanto, sus expectativas. Y eso me abocó a una especie de negociación entre lo que yo sentía como mi derecho a equivocarme, a elegir, a forjar mi propia identidad, por un lado, y lo que la gente esperaba de mí, por el otro.

En todo caso, según su DNI usted se llama Alba González Villa. ¿En algún momento se cuestionó si era conveniente llamrse Flores cara al público?

Yo no pedí llamarme Flores ni lo elegí. Nunca tuve otra opción. Incluso antes de nacer ya había sido bautizada por la prensa y el público. Podría haber luchado contra eso, pero me di cuenta de que era una batalla demasiado ardua. Es lo mismo que les había pasado a mi padre y mis tías. Y, por otra parte, me siento muy orgullosa de ser una Flores. Lo único negativo de ello es que, al menos de forma pública, nadie ha paseado el apellido de mi abuelo. Pero, en cualquier caso, a él siempre lo tenemos muy presente.

La película demuestra que ser gitano impuso prejuicios en su carrera musical de su padre y determinó las oportunidades que tuvo como actor. Da la sensación que a usted la etnia no la ha marcado tanto.

Desde luego. De entrada, yo soy mestiza, y eso cambia las cosas. Además, yo tengo otra conciencia, y siempre he luchado con uñas y dientes para defender lo que me convenía y para descartar lo que no. Al principio de mi carrera tuve que aceptar algunos papeles más estereotipados, pero he ido haciendo una carrera y me he ganado una credibilidad como actriz, y tengo la fortuna de poder elegir. Además, los tiempos han cambiado. Afortunadamente, la sociedad ha ido avanzando.

Y, a pesar de ello, en 2025 asistimos al ascenso de la ultraderecha en todo el mundo y el genocidio en Gaza. Como su padre, usted ha usado el altavoz que la fama le proporciona para agitar conciencias…

Creo que los artistas tenemos la responsabilidad de proponer modelos de conducta. Y, por tanto, el presente que nos ha tocado vivir exige que nos pronunciemos políticamente. Mientras hacía la película, me di cuenta de la vigencia que las canciones de mi padre siguen teniendo en ese sentido. La más querida por el público entre todas ellas, ‘No dudaría’, sigue teniendo plena vigencia en cuanto que apela a la unidad y la solidaridad. Ese es el tipo de mensaje que debemos oponer a la represión que se extiende por todo el mundo.

Suscríbete para seguir leyendo

Más Noticias