Carta 1) Cuatro de oros: avaricia. No poder soltar. Estancamiento.
Carta 2) Nueve de copas: confort. Abundancia. Amor. Sentimientos. Disfrute. Tranquilidad
Carta 3) El ermitaño: reflexión. Aislamiento. Meditación. Sabiduría. Búsqueda interior.
Mensaje final
La carta más significativa de esta tirada es el arcano mayor del ermitaño, las otras dos cartas son arcanos menores que complementan el mensaje del ermitaño. El tarot habla de una persona que se ha aislado para reflexionar y meditar sobre si misma y sobre su vida pasada y presente. Por el momento no puede enfocarse en el futuro, necesita resolver lo que de su pasado no pudo ver y por lo tanto elaborar. Aunque tal vez tenga ciertas comodidades y bienestar, incluso esté rodeada de personas que le tienen afecto, esta persona no puede disfrutar de su presente como quisiera porque hay algo que considera muy valioso de su pasado que no puede soltar y se aferra a eso con tanta fuerza que se paraliza. Puede ser algo material o físico, pero también puede ser un vínculo afectivo, sentimientos, emociones, traumas, etc. El no querer, o no poder, soltar, mantiene a este alguien estancado en una situación. No obstante, dice un dicho que el que busca encuentra y esta persona está buscando respuestas en su interior, quizás se está dando cuenta que ha vivido siempre en una dualidad ( la figura del ermitaño muestra la dualidad con dos caras en espejo detrás de su cabeza). Lo que intenta hacer el ermitaño es lograr la unicidad, integrar en su ser esas dos caras que lo tironean para distintos lados desde su interior, en definitiva conocerse a sí mismo, elaborar lo que le pesa y a partir de allí elevarse como persona. El camino elegido parece ser el mejor. Es de suponer que no se puede avanzar si uno no sabe quien es, y si se vive dividido, pero la persona a elegido un buen camino que la llevará en un futuro a pararse de otra forma frente a la vida, integrando la dualidad y reconociéndose a sí misma.