lunes, 6 octubre, 2025
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Solans: Ernesto Sábato inició su carrera literaria en Carlos Paz

El Pantanillo de Ernesto Sábato fue el motivo de la ponencia que dictó el escritor Pedro Jorge Solans este sábado en el complejo cultural Le Parc de Mendoza, en el marco de la feria del libro de dicha provincia.

Este sábado, en la sala Armando Tejada Gómez, del centro cultural mendocino, el carlospacense acompañado por uno de los más importantes referentes de la cultura cuyana Pedro Zalazar y por el escritor y editor Alejandro Canito Frías, habló del primer libro de Sábato, «Uno y el universo» que escribiera en el paraje de las serranías cordobesas convirtiéndolo en escritor.

Con ese ensayo. premiado en 1945, Sábato dejaba para siempre la ciencia y daba paso al nacimiento de la reflexión filosófica y literaria.

En 1943, en el paraje carlospacense El Pantanillo, Ernesto Sábato escribió Uno y el universo. Este acontecimiento no solo marcó el inicio de su carrera literaria, sino que también fue una expresión de su búsqueda por entender y dar sentido a la existencia humana, en un momento en que aún era un joven con inquietudes profundas y una visión original del mundo.

Rodeado de una naturaleza imponente y en un entorno alejado de las grandes urbes, Sábato encontró un espacio de introspección y silencio que le permitió explorar sus ideas filosóficas y espirituales. 

Solans, Zalazar y Frías coincidieron en el impacto que tuvo ese libro para la novelística sabatiana. 

Uno y el universo se presenta como una obra que entrelaza ensayos y reflexiones filosóficas, donde Sábato aborda temas como la conciencia, el sentido de la vida, la angustia y la búsqueda de la verdad. Aunque en ese momento no alcanzaba la madurez de sus obras posteriores, el texto ya evidenciaba su profunda sensibilidad y su tendencia al pensamiento existencialista, influenciado por corrientes filosóficas como el pesimismo y el surrealismo.

Para Sábato, el libro fue más que una publicación: fue un acto de autoafirmación y una declaración de su compromiso con la exploración intelectual. En un sentido más amplio, significó una afirmación del potencial de la literatura como medio para cuestionar y entender los misterios del ser humano.

El impacto de Uno y el universo sobre Sábato fue fundamental, le otorgó confianza y vitalidad al joven escritor para seguir desarrollando su pensamiento y su escritura. Además, en el plano personal, aquella etapa en El Pantanillo le permitió consolidar su identidad como filósofo y literato, y sentar las bases para las futuras obras que lo convertirían en uno de los intelectuales más destacados de Argentina y del mundo hispano.

Años después, en sus reflexiones y en entrevistas, Sábato recordaba ese tiempo en la periferia de la sociedad, donde pocas personas tenían acceso a una formación académica convencional, pero donde una vocación profunda y un amor por la lectura y la escritura le permitieron dar un paso decisivo en su vida. La obra nació en la soledad del paisaje de las serranías cordobesas, pero comprendería que su verdadera grandeza residía en su capacidad de abordar las inquietudes universales desde la perspectiva de un pensamiento crítico y humano.

El primer libro de Ernesto Sábato, escrito en El Pantanillo en 1943, fue mucho más que un simple debut literario: fue la manifestación temprana de un intelectual que escapaba de los moldes tradicionales, un explorador del alma humana. Esa obra inicial fue el punto de partida para su intensa reflexión sobre la condición humana, que lo llevaría a convertirse en uno de los referentes más importantes en el campo de la filosofía, la literatura y la existencia en América Latina y el mundo.

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