A tres meses del crimen que conmocionó a Córdoba, la causa por el asesinato y descuartizamiento de Brenda Laiza Belén Torres, de 23 años, avanza. En las últimas horas, el fiscal de instrucción Horacio Vázquez dispuso la prisión preventiva de los dos hombres detenidos por el caso: Gustavo Martín Lencina, de 53 años, alias “Carpi”, y Christian Alexis Aranda, de 38 años.
Ambos están acusados de homicidio agravado por mediar violencia de género (femicidio) y permanecen alojados en la Cárcel de Bouwer.
Historia del crimen
El 25 de julio de este año, un sereno halló restos humanos dentro de una bolsa de consorcio en un descampado del barrio Chateau Carreras, a metros del estadio Kempes. Días después, nuevos hallazgos en la misma zona y un allanamiento en una vivienda del sector permitieron reconstruir los terribles hechos; en el patio de la casa donde vivían los sospechosos se encontraron más restos de la víctima.
Según la investigación, además de los restos humanos, los peritos encontraron rastro biológico, filmaciones y búsquedas en internet como “anatomía del cuerpo humano”. Uno de los acusados incluso habría confesado su participación en el hecho.
Caso Brenda Torres: la Justicia cambió la carátula y ya se investiga como femicidio
Además, uno de los acusados, Christian Aranda, llegó a confesar ante la Policía que junto a su compañero habían asesinado a Brenda “a golpes y puñaladas”. Esa declaración fue realizada sin la presencia de defensa, por lo que la Justicia deberá determinar su validez, aunque el Tribunal Superior de Justicia ya ha avalado confesiones de ese tipo en otros casos.
Tras aquella admisión inicial, ambos se negaron a declarar formalmente y mantienen un silencio absoluto, mientras la causa avanza y se espera su elevación a juicio.
Indagan a los acusados por el femicidio de Brenda Torres
Sin embargo, los peritajes psiquiátricos confirmaron que los dos acusados comprenden la criminalidad de sus actos, por lo que son imputables y seguirán sometidos al proceso penal.
Brenda Torres llevaba un año desaparecida antes de que su cuerpo fuera identificado, y su caso volvió a exponer la urgencia de fortalecer las políticas de protección hacia mujeres en situación de vulnerabilidad.