Investigadores europeos presentaron un prototipo de “ratón” de ordenador cuyo corazón o placa de circuito y la carcasa están hechas de materiales derivados de la madera y son totalmente compostables, un avance que apunta a reducir el impacto ambiental de la obsolescencia electrónica.
El trabajo, liderado por científicos del Laboratorio de Celulosa y Materiales de Madera de EMPA, en Suiza, y publicado en la revista Scientific Reports, demuestra que las nanofibrillas lignocelulósicas (LCNF) pueden sustituir al sustrato plástico empleado actualmente en la mayoría de las placas electrónicas.
La técnica parte de un subproducto de las biorefinerías: una pulpa rica en lignina que, tras un proceso de fibrilación, produce LCNF. Ese material se transforma mediante calor y presión, a través de condiciones experimentales desarrolladas en el estudio, en placas rígidas aptas para imprimir trazados conductores y soldar componentes electrónicos. Son lo suficientemente fuertes como para ensamblar y hacer funcionar un ratón de ordenador, según demostraron los investigadores.
Video: funcionamiento del ratón de ordenador que puede compostarse. Créditos: Empa / YouTube.
Impreso en 3D
Los científicos incluyen en su estudio datos sobre propiedades mecánicas, estabilidad dimensional y conductividad térmica que muestran un desempeño prometedor frente a sustratos convencionales. Es importante resaltar que no solo la placa sino también la carcasa del ratón se imprimieron en 3D con un filamento especial, algo que contribuye a que el dispositivo sea, en conjunto, compostable bajo condiciones controladas.
En ese sentido, los investigadores señalan que luego de finalizar la vida útil del aparato la matriz orgánica puede degradarse, y permitir además la separación y reciclado de los componentes metálicos y electrónicos empleados. Sin embargo, no todo es positivo: el material muestra todavía una mayor sensibilidad al agua y a la humedad que los sustratos tradicionales.
Referencia
Printed circuit board substrates derived from lignocellulose nanofibrils for sustainable electronics applications. Yuliia Dudnyk et al. Scientific Reports (2025). DOI:https://doi.org/10.1038/s41598-025-91653-1
Un ciclo de consumo más sostenible
La porosidad indicada es necesaria para que los microorganismos descompongan el material y garanticen su biodegradabilidad, pero también limita su resistencia en entornos húmedos. Según una nota de prensa, el equipo científico cree que es imprescindible optimizar el procesado, para aumentar la durabilidad sin sacrificar el carácter compostable.
En definitiva, al lograr mejorar algunos aspectos los investigadores creen que podrán ampliar la funcionalidad del material a otros dispositivos y usos. El punto clave es el aporte realizado al problema de la acumulación de residuos por obsolescencia tecnológica: con dispositivos que se descartan cada vez más rápido, es crucial apostar por materiales que se reincorporen al ambiente sin generar residuos tóxicos.