En la tarde de este miércoles, Laura Cortez, madre de Franco Amaya, acompañó la marcha que encabezó la familia de Diego Pérez, el joven de 25 años que murió el sábado pasado tras ser embestido por un vehículo conducido por un policía en Villa Carlos Paz.
La movilización partió desde la Plaza del Avión y reunió a familiares, amigos y vecinos que reclamaron justicia por el caso. Durante la manifestación, Fernando Pérez, padre del joven fallecido, pidió que el hecho no quede impune y denunció que el conductor —un policía que se encontraba bajo los efectos del alcohol— “juró para cuidar y terminó matando”.
En ese contexto, Laura Cortez tomó la palabra y expresó su acompañamiento:
“Vine a acompañar porque ella (la madre de Diego) hoy está en el mismo lugar donde yo estuve: en un momento horrible. Pedimos justicia por Diego, porque no puede ser que haya otro chico muerto a manos de un policía, encima alcoholizado. Que esto siga pasando no me parece justo.”
La mujer recordó que ya pasaron ocho años del crimen de su hijo, ocurrido el 22 de febrero de 2017, cuando Franco Amaya, de 18 años, fue asesinado por un disparo policial durante un control vehicular mal señalizado en la costanera carlospacense. El agente Rodrigo Maximiliano Velardo Bustos fue condenado a 12 años de prisión, mientras que otro efectivo, José Villagra, fue absuelto.
“Sigo pidiendo justicia por Franco, porque la condena fue muy baja. Ellos pueden hacer lo que quieran, entrar y salir, mientras uno pierde un hijo para toda la vida. No es justo. Los policías hacen un juramento para cuidarnos y después están tomando alcohol en la costanera y matan a una persona”, remarcó.
Cortez insistió en que la Justicia debe tomar conciencia del valor de la vida, sin diferencias ni privilegios:
“Todos merecemos vivir. No porque ellos tengan un poder pueden hacer lo que quieran y quedar impunes. Que los jueces y los fiscales entiendan que detrás de cada víctima hay una familia destruida.”
Consultada sobre su encuentro con los padres de Diego Pérez, explicó que fue la primera vez que pudieron verse personalmente:
“Recién hoy los conocí. Antes no habíamos podido hablar porque estaban con trámites, pero hoy intercambiamos algunas palabras. Solo quienes pasamos por esto entendemos el dolor que se siente.”
La presencia de Laura Cortez en la marcha fue uno de los momentos más significativos de la jornada, uniendo dos historias separadas por ocho años, pero marcadas por el mismo reclamo: “Justicia, y que no haya otro Franco, ni otro Diego.”