No eran aún las ocho de la mañana de este martes cuando Zohran Mamdani, favorito en las elecciones a la alcaldía de Nueva York, llegaba a depositar su voto en un instituto de Queens. Vestía el traje y la sonrisa que ha hecho señales de marca en su enérgica campaña, llegaba con su esposa de la mano y se movía entre un enjambre de periodistas y un puñado de seguidores que lo abrazaban con un rezo musulmán antes de que entrara a depositar su papeleta y saliera luego a dar una rueda de prensa en un parque cercano.
La escuela donde votaba era el Instituto Frank Sinatra y el nombre se antojaba adecuado. Porque este candidato de 34 años, miembro de los Socialistas Democráticos de América y representante del ala más progresista del Partido Demócrata, que ha roto rigideces del aparato que durante tiempo han encorsetado a la formación y que se ha convertido en emblema de una forma de enfrentarse a Donald Trump, sin duda ha hecho en la carrera municipal las cosas «a su manera».
Eso incluye haber puesto el foco en cuestiones de asequibilidad en la meca del capitalismo, abanderar la causa palestina en una urbe con un millón de judíos y apoyarse en una magistral estrategia digital y en redes sociales en la metrópolis que aún es epicentro de los medios tradicionales, cada vez menos influyentes en política.
«Referendo sobre movimientos progresistas»
Quizá algo de eso latía en las pegatinas de dinosaurios que daba a las puertas de la escuela tras depositar su papeleta Sam, una mujer de 34 años, que sin decir directamente por quién había votado dejaba intuir su apuesta por Mamdani. «Esto es una especie de referendo sobre quiénes queremos ser como demócratas y neoyorquinos de ahora en adelante, sobre si los movimientos progresistas son capaces de generar energía suficiente para ganar una elección, y yo quiero creer que es posible», declaraba.
La «manera» de Mamdani también ha conseguido “inspirar“ a jóvenes como Layla, de 21 años, que votaba en el East Village “emocionada». «En 2024 voté (a Kamala Harris frente a Trump) contra algo que odiaba en vez de a favor de algo que amaba. Ahora siento que no voto contra algo que es malo sino por algo que es bueno», explicaba. «Ha sido una campaña que no ha usado el miedo para unir a la gente y eso inspira mucho más. Y creo que es lo que el proceso político se supone que debía ser en Estados Unidos, algo positivo y optimista».
El rechazo
Mamdani, no obstante, también ha desatado fuerte rechazo y ha hecho que los comicios en Nueva York se vivan con una intensidad inusitada. La participación para mediodía, sumando las papeletas ya emitidas por anticipado, había superado ya la total de votos emitidos en 2021. Y según los sondeos acortaba las distancias Andrew Cuomo, el exgobernador demócrata que se presentaba como independiente, al que el lunes Trump daba su respaldo directo, pidiendo a los republicanos que lo votaran por encima del candidato de su partido, Curtis Sliwa.
Le había escuchado al presidente Evan, un joven de 30 años, que no quería votar por Cuomo y recordaba las muertes de ancianos en residencias durante su Gobierno en la pandemia, pero lo hacía «solo porque es la única opción sobre Mamdani» y hablaba con encendida pasión contra el demócrata, apelando en parte a la experiencia de su familia con el socialismo en algún país de Europa. «Mamdani es una opción horrible para el futuro. No tiene experiencia. Las cosas que propone son estúpidas, todo gratis… Este es el problema con la política de EEUU», continuaba. «Los jóvenes eligen activistas, idealistas».
«Espero que Trump cumpla sus amenazas y le corte fondos federales. Espero que mande a la Guardia Nacional y tome el control de la ciudad. Porque eso es lo que necesita Nueva York si este tipo es elegido», concluía.
Mamdani, por su parte, se había referido a esas mismas amenazas de Trump en la comparecencia ante los medios. «Trataré sus amenazas como merecen ser tratadas: palabras de un presidente y no necesariamente la ley», dijo. «No seré intimidado por este presidente, ni por nadie, porque mi trabajo aquí es servir a la gente de la ciudad». A su manera.
Suscríbete para seguir leyendo
