La crisis que sacude a ‘Grande Fratello VIP‘ ha dado un paso más con la decisión de Alfonso Signorini de apartarse de forma inmediata de todos sus compromisos editoriales con Mediaset. El presentador y director del reality ha optado por la autosuspensión en pleno vendaval mediático, tras las acusaciones lanzadas por Fabrizio Corona, que le atribuye un presunto sistema de favores y conductas ilícitas para facilitar la entrada de concursantes en el programa.
La decisión de Signorini fue comunicada oficialmente por sus abogados, Daniela Missaglia y Domenico Aiello, que sostienen que su defendido es “víctima de graves y continuadas conductas criminales” y de una campaña “calumniosa y difamatoria” con el objetivo de destruir su honor y trayectoria profesional. Según la defensa, la suspensión cautelar busca proteger tanto al propio presentador como a las personas implicadas, y hacer frente al “eco mediático” que han tenido las acusaciones.
Mediaset ha reaccionado con un comunicado contundente en el que subraya que actuará “con determinación”, basándose exclusivamente en “elementos objetivos y hechos verificados” para combatir cualquier contenido difamatorio o calumnioso. El grupo recuerda que, como parte de uno de los principales conglomerados audiovisuales europeos cotizados, tiene el deber de salvaguardar la integridad de sus actividades, de sus productos editoriales y su reputación ante el mercado y el público.
Al mismo tiempo, la compañía recalca que todas las personas que trabajan para Mediaset deben ajustarse a “principios claros de corrección, responsabilidad y transparencia”, tal y como recoge su Código Ético, que “se aplica sin excepciones”. En este sentido, confirma que se han activado todos los procesos de comprobación y verificación necesarios para garantizar su cumplimiento. El grupo añade que “acoge” la decisión de Signorini de suspender cautelarmente su actividad editorial, entendiendo que responde a la necesidad de protegerse a sí mismo y a los implicados en una situación mediática que, subrayan, le ha afectado “a su pesar”.
El origen del escándalo se sitúa en un episodio del formato digital ‘Falsissimo‘, emitido el 15 de noviembre, en el que Corona difundió chats, imágenes y audios de contenido íntimo que, según él, probarían un presunto intento de extorsión y otras conductas graves. La respuesta de Signorini fue inmediata con la interposición de una querella, que derivó en la apertura de una investigación judicial y en el registro del domicilio de Corona en Milán.
Mientras la Fiscalía continúa analizando los hechos, incluida la difusión de material íntimo y las acusaciones de intento de extorsión, Alfonso Signorini queda apartado de la primera línea televisiva. Mediaset, por su parte, mantiene una posición de máxima cautela institucional, a la espera de que la justicia esclarezca un caso que ha golpeado de lleno al formato estrella de la televisión italiana.
