jueves, 14 noviembre, 2024
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La NASA asume que no tiene respuestas sobre el origen de los fenómenos anómalos no identificados

La NASA ha publicado hoy un informe sobre fenómenos anómalos no identificados (UAP), anteriormente conocidos como OVNIS, antes de celebrar una rueda de prensa pública y disponible por Internet para discutir sus hallazgos. Los investigadores que integran la comisión especial que redactó el informe y respondió las inquietudes de los medios concluyó que no es posible confirmar aún el origen de los UAP. Para lograrlo, propone optimizar los métodos de análisis y detección, incorporando nuevas tecnologías e instrumentos que permitan obtener datos con mayor valor científico. 

Un equipo independiente de investigadores convocado por la NASA para estudiar los fenómenos anómalos no identificados (UAP, según las siglas en inglés) concluyó hoy en un informe y posterior conferencia de prensa que más allá de los numerosos testimonios e imágenes disponibles, la “ausencia de observaciones consistentes, detalladas y contrastadas” deriva en que no existan aún los datos necesarios para llegar a conclusiones científicas definitivas sobre los UAP. Sin embargo, instó a que la NASA tome un papel preponderante en las investigaciones y desarrolle nuevas metodologías que hagan posible arribar a la verdad en un futuro próximo, en torno a uno de los grandes misterios sin respuesta que afronta la humanidad.

Se concluye que no hay conclusiones

Fue el propio administrador de la NASA, Bill Nelson, quien resumió en pocas palabras el espíritu del informe en la rueda de prensa: “el equipo de estudio independiente de la NASA no encontró ninguna prueba de que los UAP tengan un origen extraterrestre, pero no sabemos qué son”. En otras palabras, esto significa que aunque muchos fenómenos anómalos no identificados no pueden clasificarse como globos, aviones o fenómenos naturales conocidos, tampoco existen evidencias de que provengan de otro mundo o hayan sido fabricados por una civilización alienígena. 

A lo largo del informe presentado, los expertos afirman una y otra vez que no existen motivos ni datos en la literatura científica revisada por pares para concluir que los UAP son naves extraterrestres que visitan periódicamente nuestro planeta. Al respecto, remarcan que el principal problema para llegar a conclusiones reales es que “no existen los datos necesarios para explicar estos avistamientos anómalos”, porque los informes de testigos presenciales “pueden ser interesantes y convincentes, pero no son reproducibles y suelen carecer de la información necesaria para sacar conclusiones definitivas sobre la procedencia de un fenómeno”, indican en el texto.

Un director aún desconocido

En tanto, la agencia espacial estadounidense afirmó en una nota de prensa que aunque todavía está evaluando el informe y los hallazgos y recomendaciones del equipo de estudio independiente, se compromete a contribuir al esfuerzo unificado del gobierno estadounidense para investigar los UAP, nombrando a un director de investigación de fenómenos anómalos no identificados, cuyo nombre se mantuvo por el momento en secreto para evitar “posibles amenazas” contra su equipo. 

El futuro director de UAP de la NASA trabajará bajo el liderazgo de la Oficina de Resolución de Anomalías en Todos los Dominios (AARO), que conducirá la labor gubernamental sobre esta cuestión. Se supo que se pondrá especial énfasis en sumar herramientas de Inteligencia Artificial (IA) y aprendizaje automático para obtener datos científicos más sólidos sobre estos fenómenos inexplicables. 

Buscar con nuevas herramientas y más ímpetu

Lejos de declaraciones explosivas como las realizadas por ex-militares en julio pasado, cuando afirmaron ante el Congreso estadounidense que Estados Unidos oculta evidencia de «inteligencia no humana», los especialistas que elaboraron el informe independiente a pedido de la NASA sostuvieron que “los activos de la NASA (satélites en órbita terrestre) pueden desempeñar un papel vital al determinar directamente si factores ambientales específicos están asociados con ciertos comportamientos o sucesos de UAP reportados«. 

En ese sentido, el reconocido profesor de la Universidad de Harvard, Avi Loeb, expresó a Sky News que “se requiere un estudio sistemático del cielo con instrumentos que puedan realizar observaciones las 24 horas del día durante los 7 días de la semana, para comprender si los fenómenos UAP son provocados por el ser humano o no”. 

Por último, Bill Nelson abrió un escenario de esperanza cuando indicó en la rueda de prensa que “buscamos señales de vida, en el pasado y en el presente. Y está en nuestro ADN explorar y preguntarnos por qué las cosas son como son”. Si la NASA descubre esas señales de vida, la humanidad se enfrentará finalmente a un cambio de época, centrado en una nueva visión sobre su lugar en el inconmensurable Universo que nos contiene.

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