Nicolás Tornau es uno de los dueños del célebre Kiosco Rocky, ubicado en el nacimiento de la avenida Cárcano, en pleno centro de la ciudad. Este 7 de noviembre se celebró el Día del Canillita, un oficio que se está perdiendo con la caída de las ventas del formato papel de los principales diarios y revistas.
Desde hace varios años está a cargo del pesto de diarios y revistas al que le fue agregando otros productos como libros y artículos para coleccionistas para poder subsistir.
En diálogo con Carlos Paz Vivo, Nicolás asegura que cuando salió del secundario, hace cinco años, comenzó a trabajar en el kiosco que es su fuente de ingresos y trabajo.
“Es una pasión que me acompaña y que comparto con Diego, que es el compañero con el que trabajo en el kiosco, y a ambos nos gusta mucho el contacto con la gente y la atención al público”, expresó el canillita y agregó: “Cuando empecé a trabajar acá en el negocio, lo primero que hice fue salir a vender diarios a la esquina”.
Nicolás asegura que la pandemia impulsó bastante la venta de libros y eso perdura hasta hoy. “Yo vendía libros, pero no vendía en tanta cantidad como como desde la pandemia y creo que como la gente estaba encerrada, empezó a leer más y eso quedó”, dice.
Para el kiosquero, todavía hay días clave para que se venda más el diario papel y puede notarse un lunes después de alguna elección o cuando hay un campeonato en juego y se espera la foto del campeón y el poster del equipo.
Lo cierto es que la virtualidad y el crecimiento de la lectura de noticias en el celular va dejando atrás la época del monopolio de los diarios en papel. Llegaron otros tiempos y otros modos de informarse que conviven todavía con los viejos formatos. Por eso, Nicolás asegura que hubo que cambiar el modelo tradicional del kiosco de diarios y revistas.