El economista y tertuliano Gonzalo Bernardos ha lanzado una reflexión polémica a través de su cuenta de X (antes Twitter), donde ha intentado explicar por qué la tasa de natalidad en España es una de las más bajas del mundo. En una serie de mensajes publicados el pasado 11 de junio, Bernardos cuestiona que el principal motivo de la baja natalidad sea de carácter económico y propone una razón alternativa: una adolescencia alargada que, según él, se extiende “hasta los 35 años”.
En su hilo Bernardos comienza ironizando sobre algunos argumentos que suele escuchar en redes sociales: “Leo en X que nacen pocos niños porque los salarios son bajos y difícil el acceso a una vivienda». Pero, acto seguido, plantea varias objeciones: “Si esa fuera la principal razón, 1) España se habría despoblado durante los años 40 y 50; 2) la tasa de natalidad de los extranjeros no sería mayor que la de los españoles; 3) la tasa de natalidad en los distritos ricos de las ciudades sería mucho más elevada que en los pobres (no lo es); 4) a nadie jamás se le habría ocurrido decir ‘los niños vienen con un pan debajo del brazo’”.
Una tendencia a la baja que no se detiene
Más allá del debate los datos oficiales confirman que la natalidad en España sigue cayendo año tras año. Según el INE, en 2023 se registraron 322.075 nacimientos, lo que supone un descenso del 2 % respecto al año anterior mientras que en la última década, la caída acumulada supera el 24 %.
España se encuentra entre los países con menor tasa de fecundidad del mundo, con una media de 1,3 hijos por mujer. De acuerdo con Eurostat en 2021 ocupaba el segundo lugar por la cola en Europa, con 1,19 nacimientos por mujer. A esto se suma otro dato revelador: la edad media de las madres primerizas está entre las más altas de los países desarrollados, situándose en 30,9 años, según la Encuesta de Fecundidad de 2018.
Una de las claves del problema es que, pese a las cifras, el deseo de formar una familia sigue presente. Tanto hombres como mujeres en España afirman que les gustaría tener más hijos de los que finalmente tienen. Así lo refleja también la Encuesta de Fecundidad del INE donde la mayoría expresa el deseo de tener al menos dos hijos.
Según los expertos consultados por la agencia EFE apuntan a varios factores económicos y estructurales como los principales frenos: precariedad laboral, dificultad de acceso a la vivienda, escasas políticas de conciliación y un elevado coste de la crianza.
“Calculamos que el coste es de unos 670 euros al mes por hijo y las ayudas son limitadas”, afirma Catalina Perazzo, directora de Incidencia Social de Save the Children en declaraciones a EFE. La ONG también subrayaba que las familias con menores ingresos son, en muchos casos, las que menos apoyo reciben.
Además las condiciones del mercado laboral en España, especialmente entre los jóvenes, no favorecen la planificación familiar. Marta Seiz, profesora de sociología de la UNED, explica que la natalidad se ve afectada por el desempleo, la temporalidad y la inflación, que ha disparado tanto los precios de los alimentos como de la vivienda: “Se tienen pocos hijos y además se tienen relativamente tarde (en la treintena), lo que también dificulta la transición a un segundo hijo en el caso de que se tenga el primero”, señala.
España, a la cola en inversión en infancia y conciliación
Otro de los grandes problemas es la falta de inversión pública. España destinó en 2021 el 1,5 % del PIB a políticas de protección social para familia e infancia, muy por debajo de la media europea del 2,4 %. Según la Encuesta de Condiciones de Vida publicada recientemente, el porcentaje de población en riesgo de pobreza o exclusión social aumentó en 2023 hasta el 26,5 %, afectando a 12,7 millones de personas. Dentro de este grupo, los hogares con hijos menores de edad son los más golpeados.
Tanto Seiz como Perazzo coinciden en que es urgente aumentar la inversión en medidas de apoyo a la crianza y conciliación. En ese sentido, la ley de familias, actualmente en tramitación, podría suponer un avance: “Cuando una pareja o una persona está decidiendo tener hijos, si ve que hay facilidades para luego poder conciliar con su vida laboral será más sencillo”.