Este fin de semana, las alertas por granizo han coloreado gran parte del mapa de España. Los avisos siguen activos para los próximos días en diferentes provincias.
Una de las consecuencias del granizo, sin duda, son daños en los coches. La chapa puede aquejar el golpeteo de las piedras de hielo y quedar abollada si el vehículo se encuentra en circulación o aparcado en la calle sin protección.
Qué hacer si empieza a granizar
Lo primero que hay que hacer cuando empieza a granizar, si estamos conduciendo, es reducir la velocidad y aumentar la distancia de seguridad con el resto de vehículos. Habrá que encender las luces pertinentes en cada momento, valorando si usar o no las antiniebla dependiendo de la intensidad de la precipitación.
Si el granizo es muy fuerte, habrá que intentar parar el vehículo al resguardo del hielo, siempre con seguridad y valorando las opciones según la vía por la que se circule. Aunque, a priori, pueda parecer una buena idea, hay que evitar estacionar bajo árboles: los golpes del pedrisco pueden provocar la caída de ramas, causando daños mayores en el coche.
Un truco muy útil es colocar las alfombrillas del interior del vehículo sobre el capó. Pese a que no sea la solución definitiva, estos accesorios amortiguarán los golpes del granizo en la carrocería.
A quién reclamar si el granizo causa daños en el coche
Una vez pasada la granizada, tocará evaluar los daños. Si los ha habido, habrá que ponerse en contacto con la empresa de seguros con la que se tenga contratada la póliza.
La creencia popular puede hacer pensar que toca llamar al Consorcio de Seguros para solicitar la correspondiente reparación de los daños provocados por granizo, pero esta propuesta está lejos de la realidad.
El granizo está considerado un riesgo ordinario y el Consorcio solo se encarga de cubrir aquellos catalogados como extraordinarios (terremotos, inundaciones, volcanes…). Así pues, solo se podrá reclamar a esta intendidad la indemnización por daños si la granizada alcanza esa categoría de extraordinaria, bien sea por su virulencia o el tamaño de las piedras de hielo.
En cualquier otro caso, será la propia compañía de seguros la que tenga que cubrir los daños provocados por una granizada. Aquí habrá que prestar atención al tipo de póliza que se tenga contratada, ya que algunas pueden excluir este tipo de daños. Las pólizas a todo riesgo y aquellas con coberturas que especifiquen los daños por granizo seguro cubrirán la reparación de los daños.
