El hincha de Racing que fue baleado en las playas de Río de Janeiro en la previa del partido de vuelta ante Botafogo por la Recopa Sudamericana recibió el alta médica, pero aún no podrá volver al país hasta terminar con los controles médicos posteriores a la cirugía. Gabriel Gago recibió un disparo en la zona de la cintura cuando se encontraba cerca del hotel Windsor, donde el plantel de Avellaneda se hospedó en la previa del partido que los consagró campeones.
«Es un milagro que esté con vida. Nadie se anima a que vuele y que pueda volver a mi casa. Tengo una fractura en el brazo, pero, además, la bala me destrozó el hígado, el estómago, la vesícula y eso es lo más complejo», explicó la víctima, en diálogo con DSports Radio.
Según los relatos de los hinchas de Racing que esperaban el partido contra Botafogo en las playas de Barra de Tijuca el ataque surgió sin que suceda ninguna agresión o provocación previa por parte de los hinchas argentinos. Y se especulaba que los disparos hubiesen ocurrido tras un intento de robo.
«Estábamos tranquilos en la playa y escuchamos lo que pensamos que eran cohetes. Alguien grita: ‘Bala, bala’ y a metros mío veo a alguien agachado tirando tiros», fue el relato de uno de los hinchas que se conoció a horas de lo sucedido.
Aquella tarde, Gago fue herido y trasladado en helicóptero al hospital, mientras que otro hincha fue herido de menor gravedad. «No fue un robo, fue un ataque. Fui en un plan familiar para disfrutar con ellos y de pronto estaba envuelto mi cuñado con la persona que sacó el arma. Yo reaccioné, me fui encima y ahí recibí los impactos de bala», contó Gago sobre lo ocurrido y agregó: «Recuerdo tomarle la mano a mi mujer pensando que era una de las últimas veces».
Por último, Gago agradeció a todas las personas que lo apoyaron tanto a él como a su familia y también a los clubes Racing y Botafogo, y la Asociación de Fútbol Argentino (AFA) que se pusieron a disposición para acompañarlo en su recuperación en Brasil.
Esta no es la primera vez que los hinchas argentinos son atacados en Brasil, en el marco de las competencias de la Conmebol. En junio de 2023, micros con simpatizantes de Racing que viajaron para un partido de Copa Libertadora contra el Flamengo recibieron piedrazos y disparos; e incluso el plantel profesional de Racing sufrió un ataque contra el ómnibus que los trasladó al estadio.