miércoles, 22 octubre, 2025
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Hallan en Manises un año después los restos de Javi, el hombre desaparecido por la dana en Pedralba

Trabajadores de la empresa Tragsa que están realizando la limpieza del cauce del Túria han encontrado esta tarde en el término municipal de Manises los restos de una persona que, según las primeras estimaciones del médico forense, podría ser de una víctima mortal de la dana, no solo por la ubicación, sino también por el estado y lugar en el que ha sido encontrado el cuerpo. En caso de confirmarse, se trataría de Francisco Javier Vicente Fas, Javi, de 56 años, desaparecido junto con su hija en Pedralba la tarde del 29-O. Habrá que esperar a las pruebas genéticas para determinar de manera oficial si, efectivamente, se trata de él o no. El hallazgo se produce cuando está a punto de cumplirse el año de la devastadora catástrofe natural que ha dejado 229 fallecidos y miles de damnificados.

El hallazgo se ha producido entre las cinco y las seis de la tarde de este martes, cuando una de las máquinas excavadoras que participan en la limpieza el cauce del río Túria, a la altura del polígono la Cova de Manises, ha detectado la presencia de lo que aparentaba ser un cuerpo humano, lo que ha llevado al maquinista a frenar los trabajos y dar aviso a la Guardia Civil, cuyo Equipo de Policía Judicial de Alfafar ha coordinado los trabajos de rescate del cuerpo y será el responsable de tramitar el caso. Los agentes han activado también a la comisión judicial de Quart de Poblet y al forense de guardia, que ha examinado el cadáver en el lugar. Una vez inspeccionado, se ha realizado el levantamiento del cuerpo y su traslado al Instituto de Medicina Legal (IML) de València, donde se le practicará la autopsia a partir de este miércoles.

Un segundo desaparecido en Riba-roja

Además de establecer las causas de la muerte, lo primordial en este caso será determinar oficialmente la identidad del fallecido, ya que Javi no es el único desaparecido en esa zona. En julio pasado, fue denunciada la desaparición de Francisco Soriano, un vecino de Riba-roja de 69 años que lleva ausente desde el 4 de julio, cuando salió a pasear por una zona de ese municipio conocida como Mas d’Escoto, un paraje al que da nombre un barranco que desemboca en el Túria. El hombre sufría una enfermedad degenerativa por lo que desde el primer momento se barajó la posibilidad de que se hubiese perdido tras desorientarse.

En caso de que se hubiera dirigido al río, hay serias posibilidades de que pudiese haber fallecido y que su cuerpo hubiese sido arrastrado aguas abajo. Los buzos de la Guardia Civil buscaron intensamente en el río al hombre durante varios días, mientras se realizaban batidas por tierra, pero ninguno de esos operativos dieron resultados en su momento.

El barro ha conservado el cuerpo

Tampoco las sucesivas búsquedas que realizó la Guardia Civil desde la casa donde desaparecieron Javi y su hija Susana, a orillas del barranco de Cuchillas, hasta la desembocadura del Túria, que recibe las aguas del anterior a la salida de Pedralba. Tampoco los rastreos marinos, en los que incluso participó un buque de la Armada, permitieron localizar el cuerpo en la franja de agua más próxima a la costa.

En todo caso, tanto el estado del cuerpo como el lugar donde estaba, enterrado en barro, evidencian que se trata de una persona arrastrada por la riada y que llevaba mucho tiempo depositada en ese lugar. El hecho de que el lodo lo mantuviera cubierto explica también por qué no ha sido encontrado en las sucesivas búsquedas y que el cuerpo esté más conservado de lo que cabría esperar dado el tiempo transcurrido, prácticamente un año.

Tal como ha venido publicando Levante-EMV, Javi y su hija Susana se habían quedado en la casa de Pedralba a pasar unos días. Con ellos había estado Susana, la esposa y madre, respectivamente de ellos. La tarde de la dana, Javi le mandó un par de mensajes advirtiéndole que por delante de la vivienda «pasaba mucha agua». Ya no supo más de ellos. A la chica la encontraron dos días después, el 31 de octubre, en la playa del Mareny Blau, en Sueca, a más de 80 kilómetros del punto donde desapareció. Si ahora se confirma que el cuerpo hallado en Manises es el de su marido, Susana podrá empezar a descansar, al menos, un poco.

Una vez confirmada la identidad del cuerpo hallado en Manises, ya solo quedarán dos desaparecidos por la dana, Elisabet Gil Martínez, Eli, de 38 años y madre de un chico de 19 años y de una niña de seis, que desapareció en Cheste junto su madre, también fallecida y que fue encontrada días después de la catástrofe, y Francisco Ruiz Martínez, Paco, de 64, arrastrado por las aguas en Montserrat, tras caer del techo de su coche, donde se había refugiado con sus dos nietos, Ruth, de 5 años, y Alejandro, de 10. Los niños, por fortuna, lograron sobrevivir aferrados al tronco de la palmera que mantuvo sujeto el veh

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