Nada es ortodoxo en el Atlético. Y ganar con inferioridad numérica un partido que dominó y en el que desperdició ocasiones claras en la primera mitad no era algo que pueda extrañar cuando se trata de los de Simeone, que llegaban escocidos de una derrota cruel de Liverpool. Se relamían los rojiblancos tras el gol de Gallagher, que marcó en inferiodidad, pero cuando tenían encauzado el triunfo llegó un empate del Mallorca que deja a los del Cholo a cuatro de la Champions y nueve del Real Madrid. La imagen de los ‘colchoneros’ defendiendo el empate al final encerrado en su área es un fiel diágnostico de este Atlético que ha arrancado la temporada de forma lastimosa.
La primera parte fue de arrollador dominio Atlético. El Mallorca de Jagoba salió a aguantar el chaparrón y a mantenerse en el partido. Apostó Simeone por un ataque dinámico con un Nico González que estuvo muy dinámico, Raspadori y Julián Álvarez. Merecieron los colchoneros irse al descanso con ventaja, pero Leo Román estuvo acertado frustrando los ataques visitantes, especialmente en la salida de los rojiblancos. A los seis minutos un zapatazo de Barrios terminó en el palo tras ser desviado por el meta local. Y a los once una jugada de Julián Alvarez por la izquierda era rematado por Hancko de primeras con la zurda, encontrándose con el brazo de Raíllo, que iba al suelo.
Julián desperdicia un penalti
Julián Álvarez le pegó fuerte a su derecha a media altura, pero Román acertó lanzándose como un felino a ese lado. Frustraba así el golpe que buscaba el Atlético para jugar con el marcador a favor. Le pesó al Atlético no adelantarse, lo que estabilizó un poco el juego en el resto de la primera mitad. Al descanso el Mallorca se mantenía vivo ante un rival en el que Raspadori se había diluido y Nico había perdido protagonismo.
La segunda mitad arrancó de forma parecida a la primera, con un Atlético hambriento que atacaba con agresividad el área mallorquina. Una buena maniobra de Nico terminó con un servicio a Julián que Leo Román volvió a frustrar cuando la parroquia rojiblanca ya celebraba el tanto. El portero sujetaba a un Mallorca que no ofrecía ningún peligro en campo atlético. Apostó Simeone por adelantar a Marcos Llorente, como en Anfield, y colocar en punta a Sorloth y Griezmann. Pero no fraguó la apuesta porque Leo Román seguía abortando cualquier tentativa de los colchoneros. Poco disfrutó Solorth en el campo, porque en el minuto 70, diez después de entrar, el VAR le mandó al vestuario con una roja por un plantillazo a Raíllo en el que tocaba el balón.
Los goles, en la recta final
Jagoba fue claro en el ‘cooling break’ con superioridad numérica: «Vamos a intentar ganar sin perder el partido». Y dicho y hecho. Con el Atlético metido atrás, en la primera contra con Llorente de delantero, el madrileño disparó y Leo Román rechazó llegando Gallagher para anotar el gol que tanto habían buscado los rojiblancos. Un gol en el minuto 78 que volvía a ponderar la importancia de Llorente cerca del área y el peso de un Koke que lanzó la contra con un pase a la espalda de un Mallorca que quedó muy tocado por el golpe.
Pero el Mallorca de Jagoba ha ganado un punto indómito que le hace un animal peligroso cuando está herido. Y un centro-chut del joven Virgil encontró por el camino la cabeza de Muriqi para devolver el empate a falta de cinco minutos para el final. Después de haber hecho lo más difícil, el Atlético dejaba escapar los tres puntos y terminaba defendiendo el área de Oblak, para salvar un empate que fue victoria por momentos y que no sirve para nada el Atlético.
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